Otra estrella musical vio la primera luz un 21 de octubre: Celia Cruz, la cantante estadounidense de origen cubano, nacida en 1925…han pasado ya 97 años de ello.
Su nombre original fue Úrsula Hilaria Celia Caridad Cruz Alfonso, segunda hija de un fogonero de ferrocarriles, y una ama de casa, compartió su infancia con sus 3 hermanos y 11 primos, y sus quehaceres incluían arrullar con canciones de cuna a los más pequeños. Su madre, que tenía una voz espléndida, reconoció en Celia la herencia de ese don cuando, con 11 o 12 años, la niña cantó para un turista que encantado, le compró un par de zapatos.
Antes de ingresar en la Sonora Matancera, Celia Cruz participó en un espectáculo musical titulado «La corte suprema del arte» donde compartió con estrellas de la época como Aurora Linchetti, y participó en Radio Cadena Suaritos, junto a una agrupación que interpretaba coros y ritmos de batá, logrando su primera grabación junto al cantante Obdulio Morales. En 1948, Roderico Rodney Neyra fundó el grupo de bailarinas Las Mulatas de Fuego, siendo Celia contratada como cantante.
Existía un programa radial llamado "Cascabeles Candado" cuya orquesta era la Sonora Matancera. Un día, Celia, fue a Radio Progreso donde ensayaban de lunes a sábado y se encontró en el estudio con el que sería su futuro esposo: Pedro Knight, segundo trompetista de la Sonora, debutando con la agrupación el 3 de agosto de 1950. Don Rogelio le tuvo fe y fue a su casa discográfica, donde convenció al dueño, y Celia grabó el 15 de diciembre de 1950 comenzando así su carrera.
El 15 de julio de 1960, en plena Revolución castrista, la Sonora Matancera consiguió un contrato en México con todo y Celia y al mes de estancia en nuestro país se enteró del fallecimiento de su padre pero ella nunca retornó a Cuba. Trabajó con la Sonora en el Terrazza Casino más de un año y viajaron a Estados Unidos donde comenzó a actuar sola. En 1962, se volvió a integrar con la Matancera y se mudó a Nueva York, casándose con Pedro Knight, antes de iniciar una gira por Europa con la Matancera.
En 1965, Celia Cruz cerró una etapa de 15 años con la Matancera, grabó con las orquestas de René Hernández y Vicentico Valdés y terminó su contrato con Seeco Records. Quedando ya como solista bajo la tutela de su esposo que dejó la Matancera para convertirse en su manager, arreglista y director personal. Cruz adoptó la nacionalidad estadounidense y Tito Puente la llamó para trabajar con su Orquesta.
En 1966, Celia y Tito Puente iniciaron una asociación que dio 5 álbumes. También grabó álbumes con la Orquesta de Memo Salamanca, Juan Bruno Tarraza y Lino Frías, logrando el éxito con Bemba colorá. Un cambio musical la hizo ingresar a la salsa y en 1973, encabezó con el pianista y artista Larry Harlow un concierto afrocubano en el Carnegie Hall de Nueva York donde Cruz interpretó Gracia Divina, su primera canción de salsa. El álbum del evento fue producido por Jerry Masucci, uno de los creadores del género salsa con el dominicano Johnny Pacheco. El éxito duró por años.
En 2002, grabó un nuevo álbum, La Negra tiene Tumbao, en el cual Johnny Pacheco fue uno de los productores y donde incursionó en variantes modernas de los ritmos caribeños. Enfundada en extravagantes vestidos, tocada con pelucas imposibles y encaramada sobre zapatos de alto tacón, Celia Cruz conservó siempre una vitalidad contagiosa.
En noviembre de ese año, durante un concierto en el Hipódromo de las Américas de México, empezó a perder el control del habla y se sometió en Estados Unidos a la extirpación de un tumor cerebral, pero no hubo remedio. Aun así, el 13 de marzo de 2003 apareció por última vez en público cuando la comunidad latina le tributó un homenaje en el teatro Jackie Gleason de Miami, Por esos días, entre febrero y marzo, grabó un último disco que no llegó a ver editado, Te entrego el alma…Murió el 16 de julio de 2003 en Nueva Jersey.
