El izquierdista Gustavo Petro juramentó este domingo como nuevo presidente de Colombia ante cientos de miles de personas que siguieron la ceremonia de investidura en Bogotá, en un día histórico. Mientras esto ocurría en la capital del país sudamericano, las paramilitares Autodefensas Gaitanistas de Colombia, conocidas como Clan del Golfo, anunciaban "un cese unilateral de hostilidades ofensivas" para buscar "caminos de paz" ante lo que califican de "era distinta" que se abre en el país, con la llegada de Petro al poder En un comunicado, el grupo criminal expresa que "por fin termina el régimen saliente del presidente Duque", y afirma que el gobierno que termina este domingo "es representativo de todas las cosas que deben cambiar en un país para el logro de la esquiva paz". El Clan asegura que el cese unilateral es una "expresión de buena voluntad con el gobierno que inicia" y tiene la "disposición de búsqueda de caminos de paz". Hasta ahora Petro ha mostrado voluntad de desarrollar una política de paz total que incluye retomar los diálogos con la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional y otros grupos armados que operan en el territorio colombiano. El hoy presidente, un exsenador y exguerrillero de 62 años de edad, fue investido por el jefe del Congreso, Roy Barreras, en una ceremonia realizada en la plaza de Bolívar, en el centro de Bogotá, ante la presencia de 9 mandatarios y varias delegaciones internacionales. El Clan del Golfo, que nació luego de la desmovilización de las paramilitares Autodefensas Unidas de Colombia, y lo mismo durante su campaña que tras ganar los comicios, Petro ha hablado de "sometimiento voluntario a la justicia". En su mensaje de toma de posesión, Petro llamo a "que la paz sea posible. Tenemos que terminar, de una vez y para siempre, con 6 décadas de violencia y conflicto armado. Convocamos, también, a todos los armados a dejar las armas en las nebulosas del pasado. A aceptar beneficios jurídicos a cambio de la paz, a cambio de la no repetición definitiva de la violencia”
