Con la escalada de los conflictos y el cercano colapso del derecho internacional, el mundo está recogiendo una cosecha de consecuencias terribles, afirmó Amnistía Internacional en la presentación, de su informe anual La situación de los derechos humanos en el mundo, donde se evalúa a 155 países.
Advirtió también de la probabilidad de que el colapso del Estado de derecho se acelere con los avances de la inteligencia artificial que, sumada al dominio de las grandes empresas tecnológicas, amenaza con una “sobrecarga” de violaciones de derechos humanos si la regulación continúa yendo a la zaga.
La secretaria general de la organización, Agnès Callamard, dijo que "el informe de Amnistía Internacional presenta un sombrío panorama de alarmante represión de los derechos humanos y frecuente infracción internacional de las normas establecidas, en un contexto de desigualdad global creciente, superpotencias que compiten por la supremacía y agravamiento de la crisis climática”.
Mencionó que "el flagrante desprecio de Israel por el derecho internacional se ve agravado por la falta de acción de sus aliados para detener la indescriptible masacre de civiles impuesta sobre Gaza. Muchos de esos aliados fueron precisamente los artífices del ordenamiento jurídico creado después de la Segunda Guerra Mundial."
El informe de Amnistía presenta un crudo examen de la traición a los principios de derechos humanos perpetrada por líderes e instituciones actuales. Frente a la multiplicación de conflictos, las acciones de muchos Estados poderosos han perjudicado aún más la credibilidad del multilateralismo y menoscabado el orden global basado en normas que se establecieron en 1945.
En un conflicto que definió 2023 y que no da signos de remitir, los indicios de crímenes de guerra continúan acumulándose mientras el gobierno israelí se burla del derecho internacional en Gaza. Tras el terrible ataque de Hamás y otros grupos armados del 7 de octubre, las autoridades israelíes respondieron con bombardeos aéreos implacables contra zonas civiles pobladas, que aniquilaron familias enteras; obligaron a desplazarse a casi 1,9 millones de personas palestinas, y, a pesar del aumento de la hambruna en Gaza, restringieron el acceso de ayuda humanitaria que se necesitaba desesperadamente.
El informe de Amnistía Internacional pone de relieve el uso descarado que hace Estados Unidos de su derecho de veto para paralizar la aprobación de una muy necesaria resolución del Consejo de Seguridad de la ONU a favor de un alto al fuego, mientras continúa armando a Israel con municiones que se han utilizado para cometer actos que probablemente constituyan crímenes de guerra.
También destaca lo grotesco que resulta el doble rasero de países europeos como Reino Unido y Alemania, dadas sus protestas contra crímenes de guerra de Rusia y Hamás, a la vez que apoyan las acciones de las autoridades israelíes y estadounidenses en este conflicto.
El informe documenta también la infracción de normas establecidas por fuerzas rusas en su persistente invasión a gran escala de Ucrania.
Se ponen de relieve ataques indiscriminados contra zonas civiles densamente pobladas, así como contra infraestructuras de exportación de cereales y energía, y el uso de la tortura y otros malos tratos contra prisioneros de guerra. Todo se suma a la contaminación ambiental generada por actos como la destrucción aparentemente deliberada de la presa de Kajovka, que, según la opinión general, fue cometida por las fuerzas rusas.
Amnistía ha determinado que actores políticos de muchas partes del mundo intensifican sus ataques contra mujeres, personas LGBTI y comunidades marginadas, utilizadas como chivo expiatorio por motivos políticos o electorales.
Edith Olivares Ferreto, Directora Ejecutiva de Amnistía Internacional México, señaló a su vez
que, enceste contexto global de violaciones a los derechos humanos México figura entre las naciones que penalizan la libertad de reunión pacífica; criminaliza a las personas defensoras de la tierra, el territorio y el medioambiente sigue sin dar un tratamiento adecuado al tema de la migración, así como a la violencia contra las mujeres, pese a que sobre este último cuenta con instituciones y legislación para atenderlo, construidas en poco más de 3 décadas.
Pese a que la Corte Interamericana de Derechos humanos emitió 2 sentencias a México para que elimine la figura del arraigo y modifique el sistema de prisión preventiva, el Estado mexicano sigue siendo omiso. Más aun cuando la figura de prisión preventiva oficiosa es contraria a la Convención Americana sobre Derechos Humanos y pese a que el Grupo de Trabajo de la ONU sobre la Detención Arbitraria lo instó a eliminar de la Constitución, las disposiciones sobre la prisión preventiva oficiosa y el arraigo, agregó Olivares Ferreto.
Amnistía Internacional ve con mucha preocupación las graves violaciones a los derechos humanos que se registran en México.
Es en estos momentos cuando se requiere de un activismo intenso que evite una mayor erosión a los derechos humanos que por tantas décadas hemos luchado, concluyó Edith Olivares Ferreto.
