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  • Laura Meléndez

La masacre de Múnich: a más de medio siglo, continúa la lucha entre palestinos e israelíes


Este 5 de septiembre se cumplen 51 años de la “masacre de Múnich”, ataque ocurrido durante los Juegos Olímpicos de 1972 en dicha ciudad, cuando miembros del equipo olímpico israelí fueron secuestrados y asesinados por un comando del grupo palestino “Septiembre negro”.

 

Eran las 4:40 AM del 5 de septiembre de 1972…Segunda semana de competencia  y había calma en la villa olímpica donde en uno de los edificios, varios atletas israelíes dormían cuando 8 miembros de un comando armado vestidos con pasamontañas y llevando pistolas y granadas, escalaron la valla de dos metros que rodeaba el complejo, recibiendo ayuda de deportistas estadounidenses que desconocían su identidad y creían que, como ellos, querían entrar a sus cuartos tras una noche de diversión.

 

El entrenador del equipo de lucha Moshé Weinberg escuchó un ruido tras la puerta del primer apartamento e intentó cerrarla sin éxito, forcejeando con los terroristas, confusión que aprovecharon 9 atletas para escapar y otros 8 ocultarse mientras Weinberg era asesinado de un balazo. Los terroristas tomaron de rehenes a 9 atletas y al filo de las 6 de la mañana, lanzaron por una ventana panfletos donde difundían sus demandas incluyendo la liberación de 236 prisioneros en cárceles israelíes y de los fundadores de la Fracción del Ejército Rojo, Andreas Baader y Ulrike Meinhof, presos en Alemania.

 

A lo largo del día los plagiarios impusieron nuevos plazos para que se cumplieran sus demandas, pero los alemanes recibieron la negativa de Israel para liberar a los prisioneros, a pesar de que ya habían soltado a Baader y a Meinhof; por la tarde, el Comité Olímpico suspendió los juegos indefinidamente; los alemanes intentaron varios intercambios e incluso estuvieron a punto de ingresar al edificio.

 

A las 18 horas, los palestinos exigieron un avión para llevarlos a Egipto y se acordó que dos helicópteros transportarían a terroristas y rehenes a Fürstenfeldbruck, base aérea de la OTAN, pero las autoridades usaron un tercer helicóptero para armar una emboscada en el aeropuerto.

 

Terroristas y rehenes llegaron al lugar a las 10:00 de la noche y los helicópteros aterrizaron media hora después; los palestinos inspeccionaron el avión pero viendo que serían capturados quisieron retornar  los helicópteros. Los alemanes dieron la orden de abrir fuego alrededor de las 11 luego del caos que siguió al ataque, dos secuestradores y un oficial germano murieron, mientras los pistoleros restantes dispararon a todas partes.

 

Los pilotos huyeron, pero no los rehenes atados en el interior de la nave. Al filo de la medianoche del 5 al 6 de septiembre, los rehenes de uno de los helicópteros fueron baleados y una granada mano  destruyó la nave. Tres palestinos fueron capturados y uno más fue baleado 40 minutos más tarde mientras se escondía en un estacionamiento.

 

La competición olímpica solo se suspendió un día a pesar de que diferentes personalidades pidieron su cancelación., y el presidente del Comité Olímpico, Avery Brundage decidió que los terroristas no podían condicionar la celebración del evento; al día siguiente se celebró un memorial en el que pronunció la polémica frase “Los juegos deben continuar”, mientras el equipo israelí abandonaba Múnich.

 

A más de medio siglo de este ataque terrorista, la situación entre Israel y los palestinos no se ha resuelto, y por momentos parece empeorar .

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