El empresario norteamericano Elon Musk tiene bien definidos a sus enemigos, a los que, cuando se da la ocasión, hay que atacar aprovechando el poder de su dinero o el de su red social X.
Lo mismo puede ser un presidente como el venezolano, que un sistema de justicia como el brasileño, un empresario como Mark Zuckerberg, o una una empresa que le compite como es el caso de OpenAI
Musk retomó su pleito legal contra OpenAI, desarrollador de ChatGPT, y su cofundador, Sam Altman, afirmando que esa empresa puso sus ganancias y sus intereses comerciales por encima del bien público.
En su demanda, el hombte más acaudalad del mundo afirmó que una vez que la tecnología de OpenAI comenzó a transformar la inteligencia artificial generativa, Altman "dio la vuelta a la narrativa y procedió a sacar beneficio".
Mentalidad empresarial, dirá la mayoría, incluido quizás el propio Musk...
El magnate busca obtener con la querella una resolución judicial de que la licencia de OpenAI a Microsoft para el uso de sus modelos de IA "es nula y vacua". Más aun, y según Musk, los modelos de lenguaje de OpenAI están fuera del alcance de su asociación con Microsoft.
OpenAI tiene un acuerdo de licencia con Microsoft que permite al gigante tecnológico utilizar sus modelos de lenguaje a cambio de inversiones millonarias.
Elon Musk retiró en junio pasado una demanda anterior en la que acusaba a OpenAI de traicionar la misión de la compañía cuando fue creada y anteponer el beneficio económico a la humanidad, acusación que eliminaron los abogados del duelo dec Tesla, X y Space X, en el Tribunal Superior de California, en San Francisco, sin explicar las razones.
En la demanda presentada en febrero, Musk acusaba a la compañía OpenAi de transformarse "en una filial de facto y de código cerrado de la mayor empresa tecnológica del mundo: Microsoft", asegurando que "bajo su nuevo consejo administrativo no solo está desarrollando, sino que en realidad está perfeccionando una inteligencia artificial general para maximizar los beneficios de Microsoft, en lugar del beneficio para la humanidad.
El texto tocaba ademas la polémica suscitada por la destitución en 2023 y posterior reincorporación de Altman como CEO de la empresa creadora de ChatGPT, hechos que, según Musk, estuvieron influenciados por la intervención de Microsoft.
El retiro de la demanda se produjo un día después de que Musk amenazara con prohibir el uso de los dispositivos de Apple en todas sus empresas, en caso de que la compañía estadounidense integre ChatGPT en sus sistemas operativos, lo que marcó otro episodio en las discrepancias entre el empresario y OpenAI. RT
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