Luego de permanecer por espacio de 9 días en el Policlínico Gemelli para ser intervenido quirúrgicamente de una hernia, el papa Francisco retornó este viernes al Vaticano para continuar su recuperación, después de ser dado de alta.
El obispo de Roma fue internado el pasado 7 de junio, y hoy salió en silla de ruedas por la puerta principal del hospital al filo de las 8 de la mañana hora local, siendo esperado a las afueras del Policlínico romano por medios de comunicación y algunas personas.
“Estoy todavía vivo”, bromeó el pontífice al trasponer la puerta del nosocomio, sonriente y acompañado hasta un Fiat por el cirujano Sergio Alfieri, quien lo operó la semana pasada de una hernia abdominal y quien también lo intervino en julio de 2021 del colon.
El médico aseguró que el pontífice “está bien, mejor que antes”, a propósito de los dolores que le causaba la hernia, y dijo que continuará la recuperación en el Vaticano aunque “ya ha reanudado el trabajo”.
Francisco hizo un alto en la Basílica de Santa María La Mayor para rezar, como hace antes y después de sus viajes, ante el icono de la Virgen “Salus Populi Romani”, antes de retornar al Vaticano, y el médico aseguró que el papa ha confirmado los viajes previstos en su agenda en Mongolia y Lisboa y que “los podrá afrontar mejor porque no tiene el malestar que tenía antes”.
“Será un papa más fuerte que antes”, agregó Alfieri.
El Vaticano había cancelado todas las actividades del papa hasta el 18 de junio, manteniendo el resto de actos de los días siguientes, y entre las visitas previstas la semana entrante a la santa Sede están las del presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, y el de Cuba, Miguel Díaz-Canel,
El Vicario de Cristo aprovechó la presencia de medios para manifestar su dolor por los migrantes fallecidos en el naufragio frente a las costas de Grecia.
