Hace unos días falleció el cantautor cubano pablo Milanés, y este 29 de noviembre cumple un año más de vida uno de sus grandes amigos y cómplice musical, Silvio Rodríguez Domínguez, quien vio la primera luz en San Antonio de los Baños el 29 de noviembre de 1946, por lo que las velas de su pastel son 76.
Este enorme cantautor, guitarrista y poeta cubano, es uno de los grandes exponentes de la música isleña que emergió de la Revolución cubana, y que fue conocida como la Nueva Trova.
Silvio vivió su niñez en tiempos de la dictadura de Fulgencio Batista y la génesis de la Revolución, para la que trabajó como educador, dibujante, escritor, compositor, militar y político. Desde pequeño, cantaba para los amigos de su padre, y años después, participó en un concurso musical en la emisora radial CMQ, y ganó interpretando el bolero “viajera”
Silvio y su familia se trasladaron a La Habana, y participó en un evento radial con el tema “We are happy today2, y recibió de su tío Ramiro una tumbadora, que sería su primer instrumento musical. En 1953, su padre lo inscribió en el Conservatorio La Milagrosa, y en 6 meses cursó el preparatorio y el primer curso de piano. A los 9 años comenzó a interesarse por la literatura.
A los 10 años sus padres se divorciaron y Silvio regresó con su madre y con su hermana a su pueblo natal. Sin embargo, en 1958 sus padres se reconciliaron y regresaron a la capital,
El 1 de enero de 1959, cayó Fulgencio Batista ante el avance de la Revolución, lo que cambio la vida y obra musical de Silvio Rodríguez. Entró a las Juventudes Socialistas de San Antonio de los Baños, y luego a la Asociación de Jóvenes Rebeldes creada por el Che Guevara. En paralelo comenzó sus estudios de bachillerato y conoció a Vicente Feliú, futuro exponente de la Nueva Trova.
Su carrera musical la inició ejerciendo como conductor de televisión, para luego integrarse al Grupo de Experimentación Sonora, entidad dirigida por Leo Brouwer, y finalmente consolidándose como solista. En 1960 sus padres se separaron en definitiva
El debut musical de Silvio Rodríguez fue el 13 de junio de 1967 en el programa de televisión “Música y estrellas”, como invitado de su conductor musical Mario Romeu, e interpretó sus temas “Es sed”, “Sueño del colgado y la tierra” y “Quédate”.
Rodríguez comenzó a dar recitales en solitario y como telonero del músico y compositor cubano César Portillo de la Luz. A mediados de 1968, participó en el Festival de la Canción Protesta, festival internacional organizado por la Casa de las Américas donde coincidió con Pablo Milanés y Nicola, y a estos festivales se sumó en 1966 de La Casa de la Trova fundada en Santiago de Cuba y luego en Camagüey, Las Tunas, Pinar del Río y La Habana, organizando a los cantautores que crearían la Nueva Trova, de la cual Silvio Rodríguez sería uno de sus fundadores.
Han pasado más de 5 décadas de carrera musical de Silvio Rodríguez, y se estima que ha escrito al menos 560, además de publicar 20 álbumes, siendo uno de los cantautores de mayor trascendencia internacional de habla hispana.
Fue declarado junto a Ernesto Lecuona el mejor compositor cubano del siglo XX, y a nivel internacional fue premiado con Joan Manuel Serrat, como el mejor cantautor hispanoamericano de la segunda mitad de siglo. Ent5re sus discos más celebrados están Días y flores (1975), Al final de este viaje (1978), Mujeres (1978), Rabo de nube (1980) y Unicornio (1982).
Pese a su filiación política, su legado musical, el catálogo de Silvio Rodríguez contiene muchas temáticas de canción protesta de Revolución cubana, y otros referentes al amor, o a experiencias personales. Ha participado en distintos conciertos de índole política en Cuba y el extranjero, pero sus letras de contenido político son pocas, y más bien se caracterizan por ser más poéticas.
