Hoy martes 23 de abril, se cumplen 15 años del inicio de la emergencia sanitaria que el gobierno mexicano implementó para erradicar el virus A-H1N1 que provocó una pandemia mundial.
La Influenza A H1N1 es un tipo de Influenza A que ha mutado en diversos subtipos que incluyen la gripe española, la porcina, la aviar y la bovina; su cepa se mantiene activa después de haber sido reintroducida por la población humana en los años 70 y recordamos que el primer caso detectado en 2009 se presentó el 28 de marzo, proliferando el 11 de abril en Veracruz y Oaxaca, pero las autoridades mexicanas atribuyeron este fenómeno a una "gripe de temporada tardía", la cual coincide año con año con un ligero aumento de la Influenza B14; los casos aumentaron en Veracruz para principios de abril en la comunidad La Gloria, en Perote, Veracruz..
El 13 de abril una mujer diabética de 39 años originaria de Oaxaca murió en el Hospital Aurelio Valdivieso por un cuadro de neumonía y fue entonces cuando la Secretaría de Salud notificó a la Organización Panamericana de la Salud del incremento inusual en el número de infecciones respiratorias agudas. El 16 de abril, el Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias informó a la Secretaría de salud de un incremento de casos de infecciones respiratorias y como resultado se emitió una alerta epidemiológica, con la que la notificación de casos de neumonía grave en el país pasó a ser diaria.
Se enviaron muestras al Centro de Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos y a Winnipeg, Canadá , mismas que dieron positivo en las pruebas de gripe porcina por lo que se relacionaron con el aumento de la gripe tardía, y algunos casos en México y Estados Unidos fueron identificados por la Organización Mundial de la Salud como la nueva cepa A-H1N1.
El 21 de abril se dio la voz de alarma en los medios en el Informe semanal de morbilidad y mortalidad que da el CDC acerca de una nueva gripe porcina, y al día siguiente, luego de que la Secretaría de Salud envió al Laboratorio de Salud de Canadá 51 muestras de casos de influenza registrados hasta entonces, el laboratorio informó el 23 de abril que en 17 de las muestras se había aislado la cepa viral.
Esa noche el Secretario de Salud, José Ángel Córdoba, decretó una emergencia sanitaria y ordenó la suspensión de clases en todos los niveles en el Distrito Federal y el Estado de México, mientras que museos, bibliotecas y otras actividades administradas públicamente fueron cerradas.
Asimismo se hicieron recomendaciones como evitar el contacto directo con las personas enfermas, lavarse las manos frecuentemente, usar alcohol en gel y usar mascarillas. Entre marzo y abril se detectaron más de 1000 casos sospechosos de gripe porcina en San Luis, Hidalgo, Querétaro y Estado de México...
La suspensión duró hasta el 7 de mayo cuando escuelas, restaurantes y lugares públicos retomaron actividades.
El 12 de junio, el grupo farmacéutico Novartis con el apoyo del gobierno de Estados Unidos produjo el primer lote de vacunas contra el virus, los ensayos para la obtención de la licencia de la vacuna se realizaron en julio, y en agosto la Organización Mundial de la Salud ratificó que la dosis era segura.
Fue hasta el 10 de agosto de 2010, a poco más de un año de la declaración de la alerta pandémica Fase 6, cuando el Comité de Emergencias de la OMS dio cuenta del fin de la alerta por pandemia, sin que desapareciera del todo el virus A H1N1.
