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  • Laura Meléndez

Javiér Solís a 92 años de su nacimiento: uno de los ídolos de la música ranchera (video)


Este 2 de septiembre recordamos de nueva cuenta a uno de los ídolos de la música ranchera en México: Gabriel Siria Levario mejor conocido como Javier Solís, que nació en la Ciudad de México, un día como hoy, pero de 1931: cantante y actor mexicano, conocido también como el rey del bolero ranchero.

Fue el primero de los 2 hijos del matrimonio formado por Francisco Siria Mora, de oficio panadero, y Juana Levario Plata, comerciante, quienes lo bautizaron como Gabriel Siria Levario. Su madre tenía un puesto en un mercado público y tras el abandono por su esposo, decidió en abril de 1932 dejar a Gabriel en casa de sus tíos Valentín Levario Plata y Ángela López Martínez. Javier siempre consideró a éstos sus verdaderos padres.

Estudió hasta el 5º grado de educación primaria en escuelas del barrio de Tacubaya, donde nació y creció. Ahí, comenzó a desarrollar sus inquietudes artísticas, participando como cantante en festivales escolares. dejó la escuela para ayudar en los gastos domésticos y trabajar como recolector de huesos y vidrios. Luego trabajó trasladando mercancías en un mercado y en noviembre de 1939 falleció su madre adoptiva, buscando sobreponerse trabajando en oficios tales como panadero, carnicero, cargador de canastas en el mercado y lavador de automóviles.

Se interesó por el deporte y fue gran aficionado al boxeo, al béisbol, al futbol y a la lucha libre, teniendo una gran amistad con El Santo, el enmascarado de plata, pero su primera oportunidad como cantante se la ofreció Manuel Garay, payaso de profesión y administrador del Teatro Salón Obrero, bajo el nombre artístico de Javier Luquín. Javier continuó trabajando en carnicerías hasta que el propietario de una de ellas, David Lara Ríos, decidió pagarle clases de canto.

Javier Solís comenzó a actuar en restaurantes como parte primero del Dúo Guadalajara y luego del Trío Flamingo. A principios de 1948 se inició como solista de música ranchera con mariachis en Garibaldi y en la calle Honduras de la ciudad de México. Como no tenía sueldo fijo, sus ingresos provenían de las propinas que recibía. Al finalizar el año, mientras cantaba en Garibaldi el general Rafael Ávila Camacho lo contrató junto al mariachi Metepec por un año para actuar en Atlixco, Puebla.

Hacia 1950 grabó sus primeras creaciones: Punto negro, Tomate esa copa , Virgen de barro y Te voy a dar mi corazón, producidas, con el Trío Los Galantes, en un pequeño estudio de grabación destinado a artistas aficionados y que pertenecía a la sala de cine Cinelandia El cantante hizo estas grabaciones en discos de acetato para mostrarlas a sus amistades y las entregó como tarjeta de presentación ante Discos Columbia, que lo contrató en enero de 1956. Esta empresa discográfica incluiría las dos últimas en el LP Homenaje a Javier Solís, editado en 1990, y Punto negro aparecería en el triple LP 36 Éxitos de Javier Solís, que se distribuyó en el mercado en 1969.

A principios de 1955 fue contratado para cantar en el Bar Azteca, donde permaneció por espacio de 4 años. Es aquí donde, a sugerencia de su amigo Manuel Garay, cambiaría su seudónimo por Javier Solís, con el cual lograría la fama artística. Julito Rodríguez, guitarrista y primera voz del Trío Los Panchos, lo recomendó para una audición con Felipe Valdés Leal, director artístico de Discos Columbia, siendo aprobado en la audición por lo que se le contrató para grabar su primer sencillo a fines de 1955 con los temas Qué te importa y Por qué negar, de gran en el interior del país. Un hecho inesperado, retrasa el lanzamiento de su primer álbum. El día del sepelio de Pedro Infante es motivo para que Solís, subiera a una cripta del cementerio a entonar la ranchera Grito Prisionero, imitando la vocalización del fallecido intérprete.

Solís recibió su primer Disco de Platino por las ventas de su primer sencillo en septiembre de 1957 y graba su primer álbum Javier Solís, Volumen I y su consagración definitiva fue cuando grabó el tema Llorarás Llorarás) en 1959, cuando Felipe Valdés Leal logró con consejos que Solís abandonara su estilo imitador.

Su carrera fue meteórica, ya que aunque duró solo 10 años, grabó 379 canciones y se convirtió en uno de los cantantes más famosos de la historia en México.

Al iniciarse el año de 1966, Solís emprende un nuevo proyecto discográfico grabando algunas de las canciones más conocidas de los compositores puertorriqueños Rafael Hernández y Pedro Flores, pero por problemas de salud, sólo alcanzó a poner la voz a seis de las ocho pistas preparadas del nuevo álbum. Por consejo médico, el 12 de abril de ese año, Solís fue hospitalizado para operarse de la vesícula biliar.

De acuerdo a su acta de defunción falleció a las 5:45 a.m. del 19 de abril por fallo cardíaco a consecuencia de desequilibrio electrolítico producido por la colecistectomía. Sin embargo, hasta el momento, se han recogido 4 versiones de su enfermedad y fallecimiento, sin que alguna sea la oficial.

La más difundida, dice que luego de su operación, el artista desoyó la prohibición médica de tomar agua fría, lo cual le produjo un paro cardíaco.



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