Gabriel Siria Levario pasó a la posteridad de la música ranchera con el nombre de Javier Solís, y hoy lo recordamos a propósito de un aniversario más de su deceso el 19 de abril de 1966.
Nacido en el Distrito Federal el 1º de septiembre de 1931, fue hijo de un padre alcohólico, por lo que su madre lo dejó a cargo de su tío materno Valentín, quien se dedicaba a la panadería junto con su esposa Angela.
Javier desarrolló su infancia en Tacubaya y terminó sus estudios de primaria, pero no pudo continuar debido a la muerte de su madre adoptiva, situación que lo obligó a trabajar para conseguir el sustento, como panadero, carnicero, carpintero, cargador de mercados, lavador de autos, e incluso, de payaso en los circos.
En sus ratos libres practicaba el boxeo, y fue durante 6 años amateur. A los 18 años, sintiendo inclinación por la música, nuestro personaje empezó a ganar concursos de canto en carpas de barrio, como la del Teatro Salón Obrero y la del Salón Escandón, interpretando tangos bajo el seudónimo de Javier Luquín.. Tomó clases de canto con el maestro Noé Quintero, formando primero el Dueto Guadalajara, y luego el Trío Flamingo que pasó a llamarse Trío México, hasta que probó como solista en Garibaldi y en Tenampa, donde los mariachis lo ayudaron dejándolo cantar.
A mediados de 1955 conoció a Julio Rodríguez, integrante de Los Panchos, el cual lo recomendó para una audición con el sello Columbia, en donde cambió su sobrenombre a Javier Solis.
Felipe Valdés, director artístico de la compañía aprobó su audición y Javier grabó su primer sencillo las canciones "Por qué negar" y "Qué te importa", que le dio su primer disco de platino en de septiembre de 1957. Durante el entierro de Pedro Infante el 18 de abril de ese año, el joven Javier Solís, subió a una cripta para imitar a Pedro Infante con la canción "Grito Prisionero" ocasionando el retraso del lanzamiento de sus primeras grabaciones, pues los productores no aceptaban que fuese un imitador.
El compositor Rafael Carrión le ayudó a tener un estilo propio y Felipe Valdés Leal siempre creyó en él, por lo que en 1958 cuándo Javier grababa "Llorarás, llorarás" bajo la influencia del estilo de Infante, Valdés Leal logró hacer surgir el estilo propio y la voz auténtica de Solis. Este disco, hizo que se consolidara como el máximo exponente del bolero ranchero no solo en México, sino en Estados Unidos, Centro y Sudamérica, y un año después en España.
Interpretó gran número de boleros rancheros, género musical que nació en 1949 con "Amorcito Corazón", y también interpretó rancheras como "Las rejas no matan", "Renunciación" y "Esta tristeza mía", además de valses y tangos como "En esta tarde gris".
Su educada voz, permitía lograr la media al alcanzar altas tonalidades y posteriormente pasar hasta tonos bajos sin desafinar. Además Javier Solís poseía una memoria prodigiosa ya que se aprendía las letras de las canciones con solo la primera vez que las escuchaba.
El 18 de junio de 1959 realiza su primera gira internacional a los Estados Unidos, Centro y Sudamérica, y en febrero de 1960 su primera película: El Norteño, tras la cual vendrían 33 filmes más. .No alcanzó a consagrarse en el campo histriónico, pero tuvo elogiosos comentarios de algunos
Su carrera artística fue maratónica pues grabó más de 320 canciones, un album por mes, y tan solo en 1965 filmó 10 películas. En febrero de 1965 grabó otro éxito: “Sombras” que batió todos récords en ventas y le mereció una medalla por parte de su disquera, como reconocimiento por su gran calidad como cantante y excelente vendedor de discos.
El 12 de abril de 1966 fue internado en la Clínica Santelena debido a problemas de vesícula, luego de la intervención quirúrgica, sufrió un infarto cardíaco que lo mató el 19 de abril de 1966 a los 34 años de edad, en la cima de la gloria.
El 20 de abril su cuerpo fue inhumado en el lote de actores del Panteón Jardín.
Uno de los verdaderamente grandes de la música ranchera en México…
