El director de la oficina de la Organización Mundial de la Salud para el Mediterráneo Oriental, Ahmed al Mandhari, aseguró que la ayuda humanitaria de la ONU lleva más de 72 horas lista en Egipto a la espera de ser distribuida a la Franja de Gaza.
Demandó de nuevo el acceso al enclave, para lo que falta tan solo la autorización de Israel, cuya aviación ataca incluso la ruta de evacuación de los desplazados
"Hemos pedido reiteradamente el acceso de la ayuda humanitaria a la Franja de Gaza a través del paso fronterizo de Rafah desde Egipto", aseguró el funcionario de la oficina de la OMS, con sede en El Cairo.
Gaza se convertirá en una "verdadera catástrofe", ha advertido Al Mandhari, pues sus suministros de agua, electricidad y combustible se agotarán en menos de 24 horas.
El jefe de la diplomacia europea, el español Josep Borrell, afirmó que es "absolutamente necesaria" la visita del presidente estadounidense Joe Biden a Israel, esperando que transmita al gobierno israelí la necesidad de respetar el derecho internacional.
Mientras tanto Hamás ofrece intercambiar rehenes israelíes por los 6 mil palestinos que están en las cárceles de Israel, según Khaled Meshaal, líder de ese movimiento en el extranjero.
Meshaal dijo en un comunicado que entre los rehenes hay altos cargos de las Fuerzas de Defensa de Israel, pertenecientes al "escuadrón de Gaza".
Abu Obeida, vocero de las Brigadas al-Qassam, ala militar de Hamás, declaró que unos 250 israelíes se encuentran retenidos como rehenes en la Franja de Gaza, y que no hay un recuento definitivo, debido a "dificultades prácticas y de seguridad".
Sin embargo, afirmó que cerca de 200 prisioneros están en manos de Hamás tras el ataque del 7 de octubre, mientras que 50 más están bajo custodia de otras "facciones de la resistencia y en otros lugares".
Pierbattista Pizzaballa, máximo representante de la Iglesia católica en Jerusalén, declaro que está dispuesto a intercambiarse por los niños secuestrados por el grupo islamista Hamás.
Ante medios de comunicación, el jerarca aseguró que esta dispuesto a un intercambio, "cualquier cosa si esto puede llevar a la libertad, a traer a los niños a casa. No hay problema. Hay total voluntad de mi parte", dijo.
Pizzaballa, patriarca latino de Jerusalén, recalcó la necesidad de conseguir la liberación de los plagiados y aludió a la oferta de mediación de la Santa Sede.
Expresó que "lo primero que hay que hacer es intentar conseguir la liberación de los rehenes. Estamos dispuestos a ayudar, incluso yo personalmente".
Agregó que están intentando que al menos "algunos de los niños, regresen a sus hogares, pero que hasta el momento no han tenido ningún contacto directo con el movimiento palestino.
Pizzaballa expresó su preocupación de que la operación militar provoque "una crisis humanitaria mucho más grave", con la que "sin duda habrá muchas víctimas", y más aún, teme que el conflicto pase a una escala regional, "que involucre no sólo a Gaza o posiblemente a Cisjordania, sino también al Líbano, y entonces podría estallar el mundo islámico".
Este cardenal, representante del papa Francisco en Tierra Santa, supervisa las actividades católicas en Israel y territorios palestinos, así como en Jordania y Chipre, región que alberga a una congregación de unos 300 mil fieles.
