Al menos 127 personas muertas y un centenar más lesionadas, es el trágico saldo que han dejado los fuertes disturbios ocurridos en un partido de fútbol de la primera liga de Indonesia.
Sucedió el sábado al término del encuentro entre el club local Arema y el Persebaya Surabaya, que término con la victoria de los visitantes 2 a 3, dando paso a un zafarrancho.
Los hechos ocurrieron en el estadio de Kanjuruhan, en la regencia de Malang en Java, y el desastre empezo a cobrar forma cuando el árbitro pitó el final del juego y miles de hinchas del Arema irrumpieron en el terreno de juego.
Los aficionados empezaron a lanzar bengalas y otros objetos, por lo que tuvo que intervenir la Policía, que lanzó gas lacrimógeno.
La agencia local de noticias Antara Jatim reporta que aunque la Policía de Malang no se ha ofrecido ningún balance de víctimas, la cadena local tvOne cifró en más de 126 el número de decesos, incluidos policías y niños.
Wiyanto Wijoyo, jefe de la Oficina de Salud del Distrito de Malang, dijo que a falta de confirmación oficial, el número de heridos podría superar el centenar, y que "murieron más de 120 personas, murieron por el caos, a causa de empujones, pisoteos y asfixia".
La Asociación de Fútbol de Indonesia tampoco precisa el número de víctimas, y de limitó a ofrecer disculpas a las familias de los afectados, además de abrir una investigación al respecto.
Por lo pronto, hay veto al estadio del Arema FC, y los partidos de la Liga programados fueron suspendidos en el plazo de una semana.
Hay incluso daños materiales en las instalaciones del estadio.
