La apertura de campamentos de entrenamiento en el beisbol de las Grandes Ligas esta semana se ve bastante lejana, y el paro patronal en la Gran Carpa afectará inevitablemente los trabajos de pretemporada, después de que las negociaciones del fin de semana no arrojaran resultados.
La huelga de dueños de franquicias en las Ligas Mayores cumple 75 días segunda en importancia en la historia de las Grandes Ligas por el número de días que lleva, y ahora, los clubes dieron al sindicato varios documentos, que contienen todas las áreas clave en la negociación.
Las partes siguen sin ponerse de acuerdo en temas como el impuesto al lujo, la compartición de ingresos y cómo atender acusaciones de peloteros que consideran que los clubes manipulan el tiempo de servicio de los agremiados.
Las Grandes Ligas se oponen a cualquier aumento en el número de peloteros elegibles al arbitraje salarial o una reducción en la compartición de ingresos. El sindicato indicó que analizará la oferta, antes de determinar cuándo y cómo responder, por lo que es un hecho que los campamentos de prácticas seguirán cerrados el miércoles, día en que lanzadores y receptores deben iniciar entrenamientos para la temporada de 2022.
El juego inaugural está programado para el 31 de marzo, y los jugadores comienzan a acumular salario hasta la temporada regular. Ante la necesidad de realizar entre 21 y 28 días de entrenamiento y el tiempo adicional que se requiere para reportarse y someterse a los protocolos contra el COVID-19, se necesitaría un acuerdo para finales de febrero o principios de marzo a fin de comenzar a tiempo.
La novena interrupción de labores en la historia del béisbol comenzó el 2 de diciembre, luego de la expiración del contrato colectivo que estuvo vigente durante un lustro, y no hubo avances importantes durante la reunión de fin de semana en las oficinas de la MLB, y en la que participaron 3 representantes de cada una de las partes.
