El club de futbol Getafe de la primera división de la liga española fue sancionado con la clausura parcial de su estadio por 3 encuentros, además de que pagará una multa de 27 mil euros, anunció hoy el Comité de Disciplina de la Federación Española de Fútbol.
La sanción es consecuencia de los insultos racistas de sus aficionados durante el partido celebrado el pasado fin de semana ante el Sevilla, donde se aplicó el protocolo antirracismo en el minuto 68, a raíz de los insultos lanzados por aficionados contra el jugador argentino del Sevilla Marcos Acuña, a quien llamaron “mono”.
Las ofensas alcanzaron al técnico del equipo sevillano, Quique Sánchez Flores, al que dijeron “gitano”, por lo que se aplica la sanción con base en el artículo 51.7 del Código disciplinario de la Federación por la comisión de infracciones muy graves.
Asimismo, la directiva del Getafe debe delimitar hoy mismo la parte de las gradas del estadio para determinar la zona que cerrará, donde de acuerdo con la cédula arbitral se produjeron los insultos, y que sería en la zona central del campo detrás de la posición del árbitro asistente.
“En los 3 próximos encuentros a disputar por el Getafe en su campo se deberá cerrar el acceso al público en dicha zona, que quedará debidamente acotada, no pudiéndose reubicar a los espectadores que, en su caso, pudieran venir ocupando las mismas con carácter habitual”, añade la determinación del Comité de Disciplina.
Más aún, durante la celebración de los partidos en los que tendrá vigencia el castigo, la zona clausurada deberá mostrar un mensaje visible de condena a los actos y conductas violentas, racistas, xenófobas e intolerantes en el fútbol y apoyo al juego limpio.
El arbitró Javier Iglesias Villanueva consignó en el acta del partido que en el minuto 68 tuvo que detener el encuentro debido a que se produjeron insultos racistas sobre jugador del equipo visitante con el número 19 en la camiseta, con palabras como “Acuña mono” y “Acuña vienes del mono”, desde aficionados situados en la zona central del campo detrás de la posición de mi árbitro asistente número 2.
Añadió que dicha incidencia, siguiendo el protocolo de actuación en estos casos, fue anunciada por megafonía, no reanudando el juego hasta dicho momento 2 minutos y medio después y no produciéndose en ninguna ocasión más en el encuentro.
Poco después, sería el técnico visitante Quique Sánchez Flores, quien se encontraba en el banquillo.
