Muchos de ellos estaban destinados al sacrificio pero una asociación de defensa de los animales hizo una colecta y le salvó la vida en Italia.
Una suscripción popular recaudó más de 56 mil euros para hacer posible la compra de 57 burros, subastados después de la quiebra de la empresa de su propietario, al ser considerados bienes patrimoniales.
La Organización Internacional para la Protección de los Animales dijo en su página web que "los asnos de San Possidonio acabados en subasta están a salvo. Gracias al enorme revuelo y a la gran suscripción popular que permitió reunir más de 56 mil euros, la asociación Horse Angels, que inició la recaudación de fondos online, ha adquirido 57 burros”.
Los asnos fueron “víctimas de un procedimiento de quiebra y, como tales, subastados como simples ‘bienes móviles’. La adjudicación se realizó por 33 mil euros, en total 40 mil 326 incluidos los gastos accesorios”, explicó la Organización, que dio a conocer la situación de los animales provocando una ola de solidaridad entre muchos italianos.
La recaudación lanzada por Horse Angels en la que participaron mil 400 donantes, permitió la adquisición de los burros, de los que 49 habían sido declarados aptos para el sacrificio, tras 5 horas y media de subasta.
La Organización “se congratula por este feliz final, pero insiste en que es inaceptable que seres que sienten acaben subastados entre coches, bicicletas, puestos industriales y mercancías diversas”.
Dijo además que "la subasta de animales es un procedimiento administrativo poco ético en el que los animales se consideran meros objetos, y añadió que “los burros de San Poseidonio podrán vivir protegidos y rodeados de cuidados y amor”.
