Para el presidente Andrés Manuel López Obrador, el objetivo de la investigación sobre los bochornosos sucesos del pasado sábado en el estadio “Corregidora” de Querétaro es "saber quiénes participaron, saber si son solo los que se presentan como una confrontación de fanáticos de futbol, qué tipo de porras son, o si no hubo algo extraordinario, especial".
Autoridades del estado de Querétaro ya investigan los hechos en el estadio cuando se desató una batalla campal iniciada por seguidores del equipo local en su partido ante el Atlas, que dejó al menos una veintena de lesionados, algunos de gravedad
Asimismo, y en la conferencia mañanera de hoy, el el subsecretario federal de Seguridad Pública, Ricardo Mejía, aclaró que los protocolos de seguridad corresponden a los equipos y a la Federación Mexicana de Fútbol para evitar estos incidentes
López Obrador recordó que el gobernador de la entidad, Mauricio Kuri, y la fiscalía local hicieron "el compromiso de que se iba a actuar conforme a la ley, de manera enérgica, vamos esperar el resultado para que se castigue a los responsables de los hechos muy lamentables".
El presidente llamó a "que no se opte por la violencia, que es lo más inhumano que puede haber" y seguir atendiendo a los jóvenes", al tiempo que aseguró que "no podemos atender los problemas si no se va a las causas".
Expresó que "sobre estos hechos tan lamentables, se debe continuar moralizando al país y atendiendo los orígenes de la violencia y sus causas, como el caso de la delincuencia".
En su intervención, Mejía, apuntó que el zafarrancho "es el primer evento de estas características en ese estadio de Querétaro, un estado con bajos índices delictivos", expresó y al tiempo que comentó que las autoridades del estado revisarán el cumplimiento de las normas para prevenir posibilidad de que se repitan estos hechos, agregó que "hay que ver el tema del alcohol que se vende en los estadios, para aminorar los riesgos y mitigar cualquier conducta que pueda ser lesiva".
