Esta generación no da para más, con todo y lo que digan quienes inflan el globo para seguir durmiendo a los aficionados mexicanos al fútbol.
A ver si no le echan la culpa a los extranjeros Gerardo Martino y Diego Cocca como acostumbran quienes siguen defendiendo a capa y espada a esta camada de jugadores de medio pelo, consentidos y muy bien pagados.
México cayó una vez más ante Estados Unidos, quien de nuevo le paseó el balón a los seleccionados de la Federación Mexicana de Fútbol y acabó humillandos de nueva cuenta, ahora para llevarse de otra vez la molera Nations League con marcador de 2-0.
Partido celebrado por cierto en el estadio ATT de Arlington, casa de los Vaqueros de Dallas.
Este torneo de segundo pelo ha servido una vez más para exhlblr a un equipo que simple y sencillamente no sirve, con todo y cuerpo técnico.
Aunque habrá que analizar por qué Martino, Coca y Lozano han fracasado con los mismos jugadores.
Goles de Adams al minuto 45 y de Reyna al 63, apenas reflejaron el dominio de los estadounidenses sobre nuestros ratones verdes al menos durante 65 minutos, hoy con otro uniforme pero la misma falta de ideas.
A ver ahora a quien le van a echar la culpa...claro que los bolsillos de las televisoras y los jugadores ya están llenos de nuevo con este gran negocio que es el futbol, en un país donde la afición se llena con muy poco, y que cuando se enoja, insulta, como sucede siempre que el equipo tricolor pierde.. y ocurrió ahora.
El partido fue detenido 2 veces, producto de la mala educación de los "aficionados" mexicanos, que además de ello, no saben perder
Primer tiempo de claro dominio estadounidense y segundo lapso en el que los primeros 20 minutos fueron totalmentente para el equipo de las barras y las estrellas y el resto, con el marcador muy cuesta arriba, para los mexicanos con más ganas que ideas.
Y mientras los comentaristas de la televisora que
no maneja hoy la selección crucifica al plantel completo buscando retomar el control sobre el negocio, los de la otra empresa minimizan este nuevo golpe de realidad
