Ofrece gobierno de Estados Unidos millonaria recompensa por 2 "chapitos"

En un comunicado, el Departamento de Estado norteamericano dió a conocer hoy una millonaria recompensa para quien ofrezca informes sobre el paradero de "Los Chapitos", a los que califica de "poderosa facción del Cártel de Sinaloa con sede en México, junto con sus 2 líderes fugitivos, Archivaldo Iván Guzmán Salazar y Jesús Alfredo Guzmán Salazar, hijos del líder encarcelado del Cártel de Sinaloa, Joaquín Guzmán Loera, "El Chapo".

El texto precisa que los Chapitos están a la vanguardia del tráfico de fentanilo hacia Estados Unidos. Tanto Iván como Alfredo están designados como objetivos del Programa de Recompensas por Narcóticos, con ofertas de recompensas de hasta 10 millones de dólares cada uno por información que conduzca a sus arrestos o condenas.

Estados Unidos afirma que la red regional de socios y negocios de Los Chapitos con sede en Mazatlán, se dedica al narcotráfico, la extorsión, el secuestro y el lavado de dinero, y que la medida de hoy sigue a la reciente designación del Cártel de Sinaloa como Organización Terrorista Extranjera y Terrorista Global Especialmente Designado.

Curiosamente, estos sí son terroristas, en tanto que los otros hijos del "Chapo", que son Ovidio y Joaquín Guzmán López, siendo también narcotraficantes del cartel, no son terroristas e incluso ya son colaboradores del gobierno estadounidense.

El mensaje del Departamento de Estado apunta que se seguirá *protegiendo a nuestra nación, manteniendo las drogas ilícitas fuera de nuestras calles e interrumpiendo las fuentes de ingresos que financian la actividad violenta y criminal de los cárteles con sede en México.

Añade que la medida de hoy demuestra una vez más el compromiso inquebrantable de la Administración Trump con la eliminación de los cárteles y la seguridad del pueblo estadounidense.

Claro, lo que le conviene, porque luego de negociar con los hermanos Guzmán López y señalar como terroristas a los hermanos Guzmán Salazar, demuestra hasta donde puede llegar la hipocresía de la Casa Blanca a la hora de aplicar la ley.

La nueva cara de Estados Unidos