El papa Francisco encabezó hoy la misa del Domingo de Ramos en la Plaza de San Pedro del Vaticano, celebrada ante miles de fieles, horas después de haber sido dado de alta del Policlínico Gemelli luego de 3 días internado por problemas respiratorios.
El pontifice, bien arropado con un abrigo, oficio la misa con voz un poco ronca, en un día soleado.
El Domingo de Ramos recuerda la entrada de Jesús en Jerusalén antes de su crucifixión, que los cristianos conmemoran en Viernes Santo.
El papa apareció en el papamóvil con una palma trenzada en la mano,en la larga y solemne procesión de cardenales, prelados y fieles en donde todos llevaban ramas de oliva o palmas.
Francisco, había aparecido por última vez en la Plaza de San Pedro para su audiencia semanal del pasado miércoles, antes de ser trasladado al Gemelli de Roma ese mismo día.
Leonardo Sandri, vicedecano del colegio cardenalicio, reemplazó al Vicario de Cristo para la misa desde el altar.
El papa agradeció a los fieles las oraciones por su salud tras presidir la misa de Ramos, y les expresó si gratitid por "su participación y también sus oraciones, que se intensificaron durante estos últimos días. ¡Gracias, gracias de verdad!".
Su voz sonó firme al inicio de la ceremonia, aunque más tarde se resintió por la ronquera. Leyó un discurso de 15 minutos el el que añadió varios comentarios, y la homilía se centró en los momentos en los que la gente siente “dolor extremo, amor que fracasa o se ve rechazada o traicionada”.
“Pueblos enteros son explotados y abandonados, los pobres viven en nuestras calles y miramos a otro lado. Los migrantes ya no son rostros, sino números, los prisioneros son desheredados, la gente es descartada como problemas”, dijo Francisco.
Francisco dijo que la Semana Santa incluiría “más plegarias intensas” por “el martirizado pueblo ucraniano”.
Después de la misa, los cardenales saludaron a Francisco uno a uno, y finalmente volvió a subir al papamóvil descubierto para moverse por la plaza y saludar a los fieles.
El Domingo de Ramos pone en marcha una apretada agenda del pontífice en Semana Santa. Francisco presidiría los actos que culminan con la misa del Domingo de Resurrección en la plaza el 9 de abril.
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