La inconformidad de un sector de los estudiantes universitarios por el apoyo incondicional del presidente Joe Biden al gobierno de Israel en la masacre de la población de Gaza, se mantuvo el lunes y continuaron las movilizaciones, en medio de la polémica respecto a quien debe hacerse cargos de las protestas dentro de los campus de los planteles educativos.
Escolapios de un número importante de universidades norteamericanas siguieron manifestándose contra el gobierno de Joe Biden y desafiando a las autoridades de los centros de estudios.
Las protestas tienen como símbolo en común el rechazo a la política de la Casa Blanca hacia Israel y la exigencia de que los planteles educativos rompan sus nexos con el régimen judio y las presas hebreas.
Manifestantes que se movilizaron en la Universidad de Columbia en Nueva York, y la Universidad de Texas en Austin, se negaron a acatar las órdenes de desalojo emitidas por la dirección de esas instituciones.
Personal antidisturbios de la Policía de Texas entró al campus de la Universidad y disolvió por la fuerza el campamento, al más puro reto represor del gobernador republicano Gregg Abbott. Imágenes subidas a redes sociales por estudiantes y medios, registran a los agentes llevándose cargadas o arrastrando a varias personas, además de quitar carpas y mesas que los manifestantes habían instalado en una de las áreas verdes de la universidad.
Medio centenar de estudiantes fueron arrestados, en lo que representa el segundo enfrentamiento de fuerzas del orden y estudiantes en la Universidad de Texas desde el 24 de abril, cuando los policías arrestaron a 57 personas.
La Universidad de Columbia en Nueva York anunció que había comenzado a aplicar suspensiones a estudiantes involucrados en el campamento de apoyo a los palestinos en el campus, porque según el centro de estudios viola sus políticas.
"Hemos comenzado a suspender estudiantes como parte de esta próxima fase de nuestros esfuerzos para garantizar la seguridad en nuestro campus", dijo Ben Chang, vicepresidente de Comunicaciones de la institución. Quienes sean suspendidos perderán el acceso a su vivienda, al campus y a la atención médica en la universidad e incluso a sus visados, si son personas extranjeras, según denuncias.
La Policía permaneció fuera del campus, pero en los últimos días detuvo a un centenar de personas.
La Casa Blanca señaló que, aunque Biden apoya el derecho a la "protesta pacífica", está en contra de "cualquier retórica violenta, amenazas de odio".
La portavoz del Gobierno Biden, Karine Jean-Pierre, dijo que "es importante decir que no hay sitio para el antisemitismo en los campus ni en ningún otro lugar de Estados Unidos , y acotó que el Gobierno considera que las "universidades son responsables de tomar sus propias decisiones".
