Niños obesos superan a los que tienen bajo peso, por comida chatarra
- Información 25
- 11 sept
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La obesidad infantil alcanza niveles históricos equivalentes al 10% de la población infantil mundial, advierte la agencia de Naciones Unidas para la infancia, que insta a tomar medidas urgentes contra la comida chatarra y productos ultraprocesados causantes de este problema de salud.
La obesidad infantil alcanza un récord mundial, con 188 millones de niños y adolescentes de entre 4 y 19 años viviendo con esa condición, alertó el Fondo de la ONU para la Infancia (UNICEF).
En su más reciente informe, UNICEF explicó que, por primera vez, la obesidad supera al bajo peso como la forma más común de malnutrición entre los niños en edad escolar.
Actualmente, uno de cada 10 niños en el mundo vive con obesidad, cifra que ha triplicado la del año 2000, cuando solo el 3% de los menores era obeso. Hoy, la tasa alcanza el 9,4%, mientras que el bajo peso ha descendido al 9,2%.
La directora ejecutiva de UNICEF, Catherine Russell. señaló que se trata de un cambio radical en el panorama de la malnutrición infantil, e indicó que "la obesidad ya no es un problema aislado de países ricos; está presente en casi todas las regiones del mundo”.
El estudio analiza datos de más de 190 países y destaca casos especialmente preocupantes. Tal es la situación de varios países insulares del Pacífico, donde las cifras de obesidad infantil han alcanzado niveles extremos:
Niue reporta 38% de niños y adolescentes obesos; Islas Cook 37%; y Nauru 33 %. Las tasas se han duplicado en los últimos 25 años, impulsadas por el abandono de dietas tradicionales en favor de alimentos ultraprocesados, importados y de bajo costo.
Los países de renta media alta a alta no escapan a la tendencia. Chile presenta un 27% de obesidad entre menores de 5 a 19 años. En Estados Unidos y Emiratos Árabes Unidos, el porcentaje es del 21%.
Más allá de las estadísticas, la obesidad infantil implica graves riesgos para la salud a corto y largo plazo. Los niños obesos tienen mayores probabilidades de desarrollar resistencia a la insulina, hipertensión, diabetes tipo 2, enfermedades cardiovasculares e incluso ciertos tipos de cáncer en la edad adulta.
UNICEF atribuye esta epidemia al entorno alimentario en el que crecen los niños: alimentos ultraprocesados, ricos en azúcar, sal, grasas y aditivos, dominan las tiendas, las escuelas y los espacios digitales, desplazando a opciones nutritivas como frutas, verduras y proteínas.
La publicidad dirigida a los niños también juega un papel determinante. Una encuesta global realizada por la agencia de la ONU a 64.000 jóvenes de 13 a 24 años halló que el 75% había visto anuncios de bebidas azucaradas y comida rápida en la última semana, y el 60% aseguró que esos anuncios aumentaron su apetito por esos productos.
UNICEF advirtió que si no se toman medidas inmediatas, el impacto económico de esta crisis podría ser devastador. A nivel global, para el año 2035, la carga económica del sobrepeso y la obesidad podría rebasar los cuatro billones de dólares anuales.
Algunos países han comenzado a implementar políticas para revertir la tendencia.
En México, donde 40% de las calorías diarias consumidas por los niños provienen de productos ultraprocesados, el gobierno prohibió la venta y distribución de alimentos altos en sal, azúcar y grasa en las escuelas públicas, beneficiando a más de 34 millones de estudiantes.
Para empezar a remediar este alarmante problema sanitario, UNICEF propuso una serie de medidas urgentes:
*Políticas obligatorias sobre etiquetado, publicidad y fiscalidad de alimentos.
*Prohibir la venta y promoción de comida chatarra en entornos escolares.
*Campañas de concienciación para alentar a las familias a tomar decisiones alimentarias saludables.
*Proteger políticas públicas de la interferencia de la industria alimentaria
*Ampliar programas sociales que garanticen el acceso a dietas saludables.











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