El presidente argentino Javier Milei se va una vez más de viaje a Estados Unidos, se ha pasado parte de su poco más de medio año de gobierno en el avión, y mientras lo hace, los argentinos más pobres no tienen para comer.
El juez federal Sebastián Casanello, dio al ministerio de Capital Humano un plazo de 72 horas para que entregue un detalle de los alimentos retenidos y proceda "de inmediato" a su distribución a los comedores comunitarios.
Casanello apoyó su determinación en las estadísticas que sitúan en la pobreza a más de la mitad de la población en Argentina.
De acuerdo con el juez, "de cara a ese colectivo que sufre de modo acuciante inseguridad alimentaria, y sobre quien pesa el costo de la parálisis denunciada, aparece la necesidad de la adopción urgente de una acción positiva".
La orden judicial se produce en medio de una causa iniciada en febrero pasado en as protestas de organizaciones sociales contra el gobierno, luego de que fuera interrumpida la provisión de alimentos a sus comedores comunitarios en diciembre pasado.
Segun la orden, el juez instruye al gobierno que establezca "un plan de distribución de dichos alimentos en atención a su tipo, cantidad, fecha de vencimiento y grupo de destino, previendo su ejecución de modo inmediato".
La decisión judicial llega en un contexto de inflación del 289,4 % anual y un nivel de pobreza que alcanza casi a la mitad de la población.
La Iglesia católica pidió el reparto, y expresó en voz del presidente de la Conferencia Episcopal Argentina, Oscar Ojea, en un video difundido por el Episcopado, que "nos hemos enterado que existen 2 depósitos de alimentos en el ministerio de Desarrollo Social (ahora de Capital Humano) que tienen 5 millones de kilos de alimentos guardados", y señala.que, "en un tiempo de emergencia alimentaria esto debe llamarnos a la reflexión, rápidamente tienen que ser entregados".
Por otro lado, el vocero presidencial, Manuel Adorni, anunció en conferencia de prensa que el gobierno de Mieli "apelará" la orden judicial, y aseguró que "es una cuestión de política pública".
Sobre las razones del gobierno de Milei para retener esos alimentos, argumentó que se trata "de reservas preventivas para emergencias o catástrofes", asegurando que "no hay un solo alimento que se vaya a tirar a la basura".
El gobierno se refiere a estos comedores como "comedores fantasma", pero las organizaciones aseguran que hay unos 45 mil comedores comunitarios en todo el país, y aclaran que una cantidad no precisada dejó de funcionar al interrumpirse la provisión que recibían del Estado, mientras otros funcionan gracias a donaciones privadas.
Mientras tanto, uno de los más altos funcionarios del gobierno argentino presentó el su renuncia por diferencias en el rumbo de la gestión, en la primera fisura que enfrenta el ultraderechista.
Se trata de Nicolás Posse, quien se desempeñaba al frente de la jefatura del gabinete de ministros, un cargo esencial para el manejo diario de la Administración pública.
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