La ley que regula internet para menores ya es una realidad en Brasil

El ordenamiento que impone límites al uso de las redes sociales por niños y adolescentes, fie promulgado ayer por el presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva.

"Damos un paso importante en dirección a la soberanía digital de Brasil", dijo el mandatario en el acto de firma del decreto, en el que afirmó que la nueva ley "no afecta a ninguna empresa, sea del país que sea, que llegue a Brasil a trabajar según las leyes brasileñas".

Como se recordará, el presidente autoritario Donald Trump le impuso a un buen número de parte productos brasileños aranceles del 50 %, en parte como represalia por el juicio al expresidente Jair Bolsonaro por golpismo, y también por las regulaciones brasileñas sobre las redes sociales, las cuales considera el republicano que atentan contra las empresas estadounidenses del ramo.

Lula dijo que esperaba que Trump "esté escuchando este acto", pues no se está implantando más que "un marco regulatorio en protección de los niños y adolescentes" brasileños, afirmó Lula.

Aseguró que no se puede negar "la importancia de las redes sociales", que son "fuente de conocimiento y alternativa de trabajo para millones de personas", pero "también es verdad que no están ni pueden estar por encima de la ley", e insistió en que "las redes sociales no pueden ser usadas para diseminar mentiras, discursos de odio o de violencia contra niños o mujeres".

La nueva legislación obliga a las plataformas de internet a adoptar niveles máximos de protección de datos en casos de niños y adolescentes, lo que incluye "sistemas confiables" de verificación de edad.

Asimismo, los menores de 16 años solo podrán ser admitidos en las redes con una expresa autorización de sus padres, que deberán contar con mecanismos apropiados para fiscalizar su uso.

Otras medidas prohíben el envío de contenidos pornográficos o violentos hacia las cuentas de menores de edad, que tampoco podrán tener acceso a juegos de azar en el espacio virtual, entre diversas limitaciones.

Según el sudamericano, "la soberanía digital significa fortalecer el sistema, hacerlo más abierto a empresas extranjeras que quieran invertir en Brasil respetando las leyes nacionales", sin "chantaje o interferencia" en la actividad del sector privado.