Exige extrema derecha judía a Netanyahu lanzar al país una guerra contra Hezbolá

Las presiones del sector más ultraderechista del Gobierno de Israel que quiere que el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu extienda la guerra contra Hamás en Gaza ahora contra Hezbola en Líbano, van en aumento.

La tensión en la frontera judío sigue escalando, y los radicales del Gabinete de Seguridad, quieren aprovechar para que el cuestionado premier siga intentando mantenerse en el cargo con un ataque a gran escala contra Hezbolá

Las presiones de la ultraderecha hebrea habrían crecido, luego de que el ministro de Defensa judío, Toav Gallant, fuera a Washington a recibir indicaciones del gobierno de Estados Unidos en el sentido de no escalar una guerra en Líbano con la milicia proiraní que incrementó sus ataques en el norte del país desde que estalló la guerra en Gaza.

Para el ministro ultraderechista Ben Gvir, "no hemos aprendido nada de los últimos 20 años de acuerdos, y dentro de 1 o 2 años, violarán a nuestras mujeres y asesinarán a nuestros niños”,

Según este funcionario, "un acuerdo con Hizbulá conducirá a otro 7 de octubre. No se puede llegar a un acuerdo con los nazis”, agregó, ignorando todas las acusaciones de ls comunidad internacional contra los abusos y la brutalidad del ejército israelí em Gaza, donde se han dado escenas parecidas a lo que atestiguó el mundo en la Alemania nazi hace 8 décadas.

El periódico israelí The Times of Israel, publica que Netanyahu afirmó añdurante la reunión que lograr un acuerdo diplomático bajo “condiciones adecuadas” es el mejor escenario para Israel.

La frontera entre Israel y el Líbano vive su mayor tensión desde 2006 con un fuerte intercambio de fuego desde el 8 de octubre que se agravó agudizado en estas últimas semanas.

Hezbulá lanzó decenas de cohetes contra Israel tras la muerte de 3de sus miembros en ataques israelíes, y los militares hebreos informaron de la llegada de proyectiles antitanque lanzados desde el Líbano hacia el área de Galilea, sin reportar víctimas.

Las hostilidades provocaron que más de 60 mil israelíes residentes en las comunidades del norte sigan evacuados más de 8 meses después, y la comunidad internacional teme que eso derive en una guerra abierta.