La declaración del responsable de la Cruz Roja de Bielorrusia en la que su organización transportaba niños ucranianos desde las zonas controladas por Rusia a Bielorrusia, ha provocado el enojo en el seno de la Cruz Roja Internacional, que ha exigido su expulsión
En un comunicado, la junta gobernante de la Federación Internacional de la Cruz Roja y la Media Luna Roja (IFRC) dijo hoy que ha dado un plazo a su filial bielorrusa hasta el 30 de noviembre para que expulse a Dzmitry Shautsou; o de lo contrario, recomendará a sus filiales que desistan de asociarse con lainstitucion en Bielorrusia y enviarle fondos, suspendiéndola de la organización.
La investigación realizada por IFRC sobre este penoso asunto determinó que según la Cruz Roja Bielorrusa, Shautsou “es el único responsable de las denuncias”, también se determinó que otra organización era responsable de trasladar a niños de las partes de Ucrania ocupadas por Rusia y que la participación de la Cruz Roja Bielorrusa era solamente dentro de ese país.
No se precisa cuál era la otra organización.
Bielorrusia es la aliada más cercana de Rusia desde la invasión de Ucrania en febrero de 2022, y su presidente, Alexander Lukashenko, permite al Moscú mover tropas y armas a Ucrania utilizando territorio bielorruso, además de autorizar presencia militar rusa y armas nucleares tácticas en el país.
Un informe del canal estatal 1 TV de Bielorrusia difundido en julio pasado mostró a Shautsou en la ciudad ucraniana de Lysychansk, en poder ruso, asegurando que la organización participa activamente en el traslado de niños ucranianos a Bielorrusia para “mejorar su salud” y que la Cruz Roja Bielorrusa tiene una “participación activa en ello”.
Ucrania y la oposición bielorrusa han denunciado el transporte de niños como deportaciones ilegales, y se ha pedido que se presenten cargos de crímenes de guerra internacionales contra el presidente bielorruso, similares a los que se han presentado contra el mandatario ruso Vladímir Putin (AP)
