Un estudio publicado en la revista JAMA concluyó que existe una mortalidad más temprana entre mujeres bisexuales y lesbianas en comparación con las heterosexuales.
Para la autora principal de la investigación, este hecho se relaciona con "fuerzas sociales tóxicas" que provocan "estrés crónico y mecanismos de afrontamiento malsanos", haciendo a esta minoría "vulnerable a una peor salud".
La investigación abarcó la información disponible de 90 mil 833 participantes de un extenso estudio previo nacidas entre 1945 y 1964, y determinaron que las bisexuales y lesbianas vivieron 37% y 20% menos, respectivamente, que las mujeres heterosexuales.
Se precisa que la absoluta mayoría de las participantes analizadas 89 mil 821 mujeres (98,9%), eran heterosexuales, mientras que solo 694 de ellas se identificaron como lesbianas (0,8%) y 318 afirmaron ser bisexuales (0,4%).
Sin embargo, las diferencias en la mortalidad han sido más marcadas entre las bisexuales que lesbianas.
Sarah McKetta, adscrita al Instituto Harvard Pilgrim Health Care, quien lideró el estudio, aseguró que "las personas LGBTQ están sometidas a formas únicas de estigma, prejuicio y discriminación que quedan grabadas en la piel de muchas maneras".
Mencionó que "estas fuerzas sociales tóxicas provocan un estrés crónico y mecanismos de afrontamiento malsanos que hacen que esta población sea vulnerable a un peor estado de salud y a una mortalidad prematura".
Los investigadores llamaron a hacer frente a los "sistemas y estructuras que socavan el bienestar y la dignidad de las personas LGBTQ*" y a mejorar la atención médica para las minorías sexuales.
Agregó McKetta que "mientras nuestros hallazgos son impactantes por sí solos, podrían poner de relieve la verdadera disparidad en la población general de Estados Unidos. Todas las participantes en el estudio eran enfermeras y, por tanto, tienen muchos factores de protección que la población general no tiene".
