Españoles podrían llevarse a casa comida que no se terminen en restaurantes, por ley

Los diputados españoles quieren bajar hasta en 50% los residuos de alimentos de la venta minorista, en un lapso de 5 años, y por ello, el Congreso de los Diputados aprobó la Ley de prevención de las pérdidas y el desperdicio alimentario.

Datos del Ministerio de Agricultura arrojan que, en 2023, el país ibérico desperdició 31 mil 339 toneladas de comida fuera de casa y 1.183,42 millones de kilos en el consumo doméstico, cifra que se quiere reducir drásticamente. La Organización para la Alimentación y la Agricultura de la ONU estima el desperdicio en el 30 % de los alimentos que se producen.

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La legislación fija una "jerarquía de prioridades de actuación", en donde los alimentos deben destinarse, en primer lugar, al consumo humano sin transformaciones adicionales, y cuando esto no se pueda, entonces aprovecharse para fabricar otros productos para el consumo humano, como zumos o mermeladas.

Si luego de esto todavía hay excedentes, tendrán que destinarse a donación de alimentos para consumo de personas y, cuando no sea posible, para la alimentación animal, compostaje o producción de biogás.

Los negocios de distribución estarán obligados a donar los excedentes de alimentos a entidades sociales y bancos de alimentos.ñ, al tiempo que los de mayor tamaño tendrán que firmar convenios de colaboración con organizaciones fines de lucro.

Los consumidores tendrán derecho a llevarse las sobras de los restaurantes en recipientes reutilizables y reciclables sin costo adicional.

Para ello, los establecimientos informarán a sus clientes de esta posibilidad en sus cartas.

La nueva normatividad afecta a cooperativas y otras entidades asociativas, empresas de elaboración, fabricación o distribución de alimentos, comercios al menudeo, empresas del sector hostelería y restauración, organizaciones sin ánimo de lucro que prestan servicios de distribución de alimentos donados, omo bancos de alimentos, y administraciones.

Mas aún, se incentiva la venta de productos con fecha de consumo preferente o de caducidad próxima, promoción de los rubros de temporada y proximidad, así como dar información para una mejor planificación de menús, compra sostenible, cocina de reaprovechamiento, correcta interpretación de las fechas de los empaques y reciclaje.

Se incentivará la creación de nuevos modelos de negocio que versen sobre la prolongación de la vida útil de los productos o la reutilización de excedentes alimentarios.

Finalmente, se racionalizarán las fechas de consumo preferente para alargarlas, respetando la seguridad alimentaria, y se impulsará la venta de alimentos feos o 'imperfectos' en los comercios, así como los productos de temporada, ecológicos y de proximidad.

La ley incluye un apartado de sanciones desde mil a 100 mil euros.