La vacuna contra el coronavirus en el estado norteamericano de Washington es obligatoria, y esto le ha costado la chamba a Nick Rolovich, hasta ayer entrenador en jefe del equipo de fútbol americano colegial Washington State al ser despedido junto con 4 de sus asistentes.
Nick no solo se queda literalmente en la banca porque no tiene trabajo, sino que pierde un jugoso contrato de más de 3 millones de dólares hasta 2025 con esta Universidad.
El pasado lunes venció el plazo dado por el gobernador demócrata del estado, Jay Inslee, para que la población adulta de este estado del noreste en la Unión Americana se inoculara contra el coronavirus.
Rolovich pidió no ser vacunado aduciendo razones religiosas, pero su solicitud fue rechazada, informó el director deportivo de Washington State Pat Chun, por lo que fue despedido y quedó como interino en el equipo el coordinador de la defensa Jake Dickert.
La comisión que analizó su solicitud de exención no sabía de quién era, y la condición para que sea aprobada consiste en que una persona debe demostrar la sinceridad de sus creencias, lo que no vieron en Nick.
Chun expresó en conferencia de prensa. que “nadie quería llegar a esto”, y agregó que “los que más pierden son nuestros estudiantes/deportistas”, destacando que nunca un equipo se había quedado sin entrenador en jefe y asistentes en plena temporada.
Rolovich usaba cubrebocas para acudir a los partidos, y como hay causal en su despido, la universidad no tendrá que respetar su contrato.
