A casi medio año de ser atacado durante 2 una presentación en Nueva York, el escritor británico-estadounidense Salman Rushdie compartió una foto donde se aprecia la pérdida de un ojo. Más aún, el autor de los famosos "Versos Satánicos" perdió la movilidad de una mano en la agresión perpetrada por un joven musulmán. Rushdie concedió una entrevista al semanario estadounidense The New Yorker, primera después de la agresión, y la conversación es ilustrada con una fotografía de él, la cual califica vía Twitter de "dramática y poderosa", además de "más prosaica, y "cómo me veo en la actualidad". Salman habló para The New Yorker, un día antes de la publicación de su nueva novela, Ciudad Victoria. En la entrevista, expresó que su creatividad, que nunca decayó, ni después de Los "Versos Satánicos" en 1988, la novela que derivó en la persecución de fundamentalistas islámicos y amenazas de muerte, ahora se encuentra muy afectada. Según Rushdie, "tengo eso que se llama trastorno de estrés postraumático", y explicó que . "Estoy teniendo muchas, muchas dificultades para escribir. Me siento a escribir y no sucede nada. Escribo, pero es una combinación de vacuidad y desechos, cosas que escribo y borro al día siguiente", refirió el escritor. Ya se apoyaba en un terapeuta antes del ataque de agosto pasado, y asegura que gracias a eso no asume un papel de víctima, aunque le deprime estar sentado, a la espera de la inspiración. La última novela de Rushdie fue terminada antes del atentado, y sale a la venta a nivel mundial este 7 de febrero sin campaña de presentación. Ocurrió el 12 de agosto del año pasado, antes de que conenzara un evento público en el estado de Nueva York, cuando un sujeto de origen libanés apuñaló a Rushdie, sin que se conozcan las razones del ataque. El escritor de origen hindú fue trasladado de emergencia al hospital, y el atacante, Hadi Matar, de 24 años, fue acusado de apuñalar al novelista, su que se declaró inocente de los cargos de intento de asesinato. Los "Versos Satánicos", libro publicado en 1988 en 20 idiomas, escandalizó al mundo musulmán, sobre todo al Gobierno islámico de Irán, y el ayatolá Jomeiní emitió una fatwa pidiendo la muerte del escritor, por cuya cabeza ofreció más de 3 millones de dólares.
