Dice Estados Unidos que "Israel no ha hecho lo suficiente para proteger a trabajadores humanitarios en Gaza"
Si no lo dicen nadie se habría dado cuenta…
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, dijo sentirse "desconsolado e indignado" por la muerte de 7 trabajadores de World Central Kitchen en Gaza en un ataque del ejército de Israel, hecho que según Biden debe ser investigado de forma rápida y con rendición de cuentas por parte de Israel.
Como si fuese el único caso en Gaza de ataques del ejército israelí contra civiles que debería ser objeto de una investigación.
Mientras tanto, el diario israelí Haaretz, cita fuentes militares judías y menciona que el ataque al convoy tenía como objetivo a un hombre armado considerado terrorista
En un comunicado, Biden afirma el gobierno hebreo "no ha hecho lo suficiente para proteger a los trabajadores humanitarios que intentan entregar la ayuda que la población necesita desesperadamente”. Para el presidente estadounidense, incidentes como el de ayer simplemente no deberían ocurrir. Israel tampoco ha hecho lo suficiente para proteger a los civiles".
Añadió que "estamos presionando con fuerza para lograr un alto el fuego inmediato como parte de un acuerdo sobre rehenes. Tengo un equipo en El Cairo trabajando en esto ahora mismo".
El asunto es que las “presiones” no frenan el genocidio en Gaza y nadie es llamado a cuentas por ello.
El 2 de abril, la organización benéfica World Central Kitchen (WCK) tuvo que suspender con carácter inmediato sus operaciones humanitarias en Gaza, luego de la agresión del Ejército israelí a un convoy que acababa de entregar 100 toneladas de alimentos en un almacén de Deir al Balá, en el centro del enclave palestino
Según Haaretz, los vehículos de WCK estaban perfectamente marcados en el techo y puertas como pertenecientes a la organización, pero la sala de guerra judía de la unidad encargada de la seguridad del camino que recorrió el convoy identificó a un hombre armado en el camión y sospechó que era terrorista. Hasta que concluyeron las acciones que precedieron al ataque llevadas a cabo por un dron, el camión llegó al almacén con los 3 automóviles de WCK, con 7 voluntarios a bordo.
Poco después, los automóviles salieron del almacén sin el camión en el que se encontraba el hombre aparentemente armado. Según fuentes de Defensa, ese hombre no salió del almacén. Los vehículos viajaron por una ruta previamente aprobada y coordinada con el Ejército israelí.
Cuando el convoy circulaba por la ruta autorizada, el mando de la unidad responsable de la seguridad de la ruta ordenó a los operadores de drones atacar uno de los automóviles y después al resto. La agresión resultó en 7 muertos de nacionalidades australiana, polaca, británica y palestina, así como una persona con doble ciudadanía de Estados Unidos y Canadá.
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