En menos de 24 horas, Rusia perdió la sede de 2 eventos deportivos de enorme importancia tras su ataque armado en Ucrania. No se celebrará el Gran Premio de Fórmula Uno en Sochi y tampoco revivirá en San Petersburgo la gran final de la Champions League.
La Federación Internacional de Automovilismo decidió que "en las actuales circunstancias" no se puede celebrar el Gran Premio de Rusia, al señalar que "La FIA visita ciudades alrededor de todo el mundo con una visión positiva de unir a la gente, juntando todas las naciones".
Menciona en un comunicado que "estamos viendo el desarrollo de la situación en Ucrania con tristeza y en shock, y con la esperanza de una rápida y pacífica resolución de la situación actual".
Dice que "el jueves por la noche, la F1, la FIA y los equipos discutimos sobre la postura de nuestro deporte, y la conclusión es que es imposible llevar a cabo un Gran Prix en Rusia en las circunstancias actuales" En la reunión estuvieron jefes de los equipos y pilotos, y en donde quedó claro que los pilotos no quieren ir a Rusia el fin de semana del 23 al 25 de septiembre.
La decisión afecta y mucho al ruso Nikita Mazepin, cuyo futuro está en el aire dentro del equipo Haas, que tiene contrato con Uralkali, propiedad del padre de Mazepin, cuya empresa que puede verse afectada por el bloqueo internacional a la industria rusa. La Fórmula 1 no regresará a Sochi, ya que este iba a ser su último año en mundial.
Ahora mismo se está negociando con los responsables del circuito de Estambul para que el fin de semana del 23 al 25 de septiembre se celebre un GP de Turquía que garantice el calendario de 23 carreras previsto.
Por otro lado, la UEFA decidió que San Petersburgo no será sede de la final de la Liga de Campeones el 28 de mayo, luego de la invasión de Ucrania por parte de Rusia y el encuentro se jugará en el Stade du France en París.
El Comité Ejecutivo del organismo, comunicó la decisión después de condenar la acción del ejército de ruso. El Ejecutivo, del que forman parte el presidente de la Federación Rusa, Alexander Dyukov, y el de la Ucraniana, Andrii Pavelko, también decidió que los clubes y las selecciones nacionales de los 2 países que están en competencias de la UEFA deberán jugar sus partidos en casa en sedes neutrales.
Se trata del tercer cambio de sede de la final de la Champions de forma consecutiva. En la temporada 2019-20 en la que el título se iba a definir en Estambul, la final se jugó en Lisboa debido a la pandemia de coronavirus, y la final de la campaña 2020-21, la final se iba a jugar en Estambul pero se trasladó a Oporto por la misma razón..
El cambio representa un impacto de 60 millones de euros en San Petersburgo Putin, dinero que ya no percibirá por el partido más importante del año a nivel de clubes, y la empresa rusa Gazprom, la más importante de Rusia que inyecta dinero al club Zenit, patrocina la Champions con un acuerdo que otorga unos 40 millones de libras a la competencia.
