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  • Laura Meléndez

Confrontación militar en Europa sería catastrófica, dice titular de la ONU


El Secretario General de las Naciones Unidas reiteró este viernes que no cree que haya una conflagración en Europa; sin embargo alertó de lo catastrófico que sería una conflagración si llegara a suceder.


António Guterres participó en la apertura de la Conferencia sobre Seguridad en Múnich, y expresó su profunda preocupación por el aumento de las tensiones y las especulaciones sobre un conflicto militar en Europa, dada la concentración de fuerzas rusas alrededor de Ucrania.


“No hay alternativa a la diplomacia. Todas las cuestiones, incluidas las más difíciles, deben abordarse a través de marcos diplomáticos, y ya es hora de distender verdaderamente la situación”, insistió Guterres a los líderes mundiales y ministros presentes en el cónclave.


Llamó a las partes a ser muy cuidadosas con su retórica, y dijo que “las declaraciones públicas deben apuntar a reducir las tensiones, no a inflamarlas”.


Una vez más, afirmó que la amenaza a la seguridad global es mayor y más compleja que durante la Guerra Fría, cuando había mecanismos que permitían a los protagonistas calcular riesgos y utilizar canales secundarios para prevenir crisis.


“Hoy, muchos de esos sistemas ya no existen y la mayoría de las personas capacitadas para usarlos ya no están con nosotros. Por lo tanto, la falta de comunicación y los errores de cálculo pueden hacer que un incidente menor entre poderes se salga de control y cause un daño incalculable”, advirtió.


Aludió a la Carta de las Naciones Unidas como un pilar del derecho internacional que estipula que todos los Estados “resolverán sus controversias internacionales por medios pacíficos de manera que no se pongan en peligro la paz y la seguridad internacionales ni la justicia”, además de establecer que se abstendrán del uso de la fuerza contra la integridad territorial o la independencia política de cualquier país


Para Guterres, "las divisiones geopolíticas rara vez se resuelven, pero pueden y deben gestionarse”,


Guterres habló también de las tensiones y malestar social resultados del fracaso generalizado de los Estados a la hora de brindar servicios esenciales y responder a las aspiraciones de sus pueblos, y dijo que "los golpes solían ocurrir una vez cada 2 años. En 2022, es una vez cada 2 semanas”, calificando estos hechos como síntoma y causa de la mayor imprevisibilidad y fragilidad del panorama mundial.


Respecto a la amenaza del terrorismo, consideró insostenible la situación en algunos países africanos y afirmó que hacen falta operaciones de paz y antiterroristas africanas sólidas con mandato del Consejo de Seguridad de la ONU “en virtud del Capítulo VII de la Carta, y con una financiación estable y predecible”.


Otros grandes peligros para la seguridad mundial son el aumento de la desigualdad, la crisis climática y la pandemia de COVID-19, señaló Guterres, llamando a los países a incrementar el apoyo a los países menos desarrollados como una inversión en la paz para todos.


Estas amenazas de seguridad “no tradicionales” requieren impulsar soluciones ya trazadas, como la implementación del Acuerdo de París sobre el cambio climático, que busca limitar el aumento de la temperatura global a 1,5ºC para fin de siglo; la estrategia mundial de vacunación de la Organización Mundial de la Salud, cuyo objetivo es vacunar contra el coronavirus al 70% de la población de todos los países para junio de este año; y la reforma financiera mundial, que permitiría a los países en desarrollo acceder a los recursos necesarios para atender a su población






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