La crisis en Medio Oriente por la guerra entre Israel y Hamás también se refleja en la FIFA, que tiene en sus manos un problema en puerta porque Palestina propondrá suspender a Israel del fútbol internacional.
Los dueños del balón van a buscar asesoría legal antes de realizar una reunión extraordinaria del consejo en 2 meses. El presidente de la FIFA, el suizo Gianni Infantino expuso el plan a las 211 federaciones miembro, luego de que los líderes de Palestina e Israel hablaron en el congreso anual celebrado esta semana en Bangkok, Tailandia.
Infantino dijo que “debido a la obvia sensibilidad del asunto, la FIFA encargará a un experto legal independiente que analice y evalúe las 3 peticiones de la Asociación de Fútbol de Palestina y asegurar que los estatutos y regulaciones de la FIFA se apliquen de forma correcta para asegurar el debido proceso”.
La Federación de Palestina ha hablado durante el Congreso de la FIFA en varias ocasiones desde el 2014, y nada ha cambiado En ese lapso, los dueños del balón han retrasado una decisión, o creado un grupo de trabajo que reportará en reuniones posteriores.
La propuesta palestina demanda “sanciones apropiadas contra los equipos israelíes” y que ya se había dado a conocer en los documentos del mes pasado de la FIFA, destacando “violaciones a las leyes internacionales por la ocupación israelí en Palestina, especialmente en Gaza”, al tiempo que cita los compromisos en los estatutos de la FIFA de derechos humanos y contra la discriminación”.
Con Rusia, la FIFA actuó de otra manera y la relegó de las competencias internacionales por invadir Ucrania, por lo que utiliza un doble rasero.
La Federación Palestina escribió que “toda la infraestructura de fútbol e Gaza ha quedado destruida o seriamente dañada, incluyendo el histórico estadio Al-Yarmuk”, y el líder del fútbol en Palestina Jibril Rajoub dijo que “los palestinos, incluyendo la familia del fútbol palestina, están viviendo una catástrofe humanitaria sin precedente”, al tiempo que informó que 193 futbolistas palestinos han fallecido en la guerra que inició el 7 de octubre.
Infantino reconoció que el asunto no podía ir a votación el viernes debido a que es asunto que tiene que ser tratado por el consejo de gobierno de la FIFA. Dando las largas de siempre.
“No quiero dividir a nuestros 211 países miembros”, aseguró el suizo. “Tengo una responsabilidad como presidente de aplicar los estatutos de la FIFA y las regulaciones, sin importar mi convicción personal en este y otros terribles asuntos en todo el mundo”.
Los rusos sí, los israelíes no
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