Las Comisiones Unidas de Puntos Constitucionales y de Energía de la Cámara de Diputados aprobaron ya la iniciativa de reforma eléctrica enviada por el gobierno federal, y ahora se va al pleno para ser votada hasta el domingo 17 de abril.
Después de una serie de diferencias entre los legisladores de Morena y los partidos de oposición, la Junta de Coordinación Política en San Lázaro decidió aplazar, por mayoría de votos, la discusión de la reforma para su eventual aprobación.
Se había acordado que la discusión en el Pleno sería este 12 de abril, pero ante una eventual aprobación fast track de los morenistas, las bancadas de PRI, PAN y PRD arribaron la tarde de ayer a San Lázaro para evitar que simpatizantes de Morena les impidieran el paso para votar la reforma. Ante esto, Morena tomó la decisión de posponer la discusión de la iniciativa. "Estamos en contra de que se haya pospuesto el debate'", dijo el legislador del PRI y presidente de la Junta de Coordinación Política Rubén Moreira. La iniciativa tiene modificaciones a los artículos 25, 27 y 28 constitucionales en materia de energía y para que pase, necesita al menos 344 votos equivalentes a dos tercios de la cámara baja.
Al día de hoy, Morena tiene 202 diputados, y de sumar los sufragios de sus aliados, el Partido del Trabajo (33), y del Verde Ecologista (42), tendrá solo 277, por lo que buscará los 57 que faltan de los grupos parlamentarios de oposición, entre quienes al parecer la única opción para conseguirlo estaría en la bancada del PRI.
En Comisiones, la iniciativa pasó con el voto mayoritario de la bancada de Morena y sus aliados, reforma que otorgará predominancia a la Comisión Federal de Electricidad sobre las empresas privadas que se dedican a este giro, dándole de nuevo al Estado “la soberanía y la seguridad energética", según los morenistas.
En cambio, las bancadas de oposición que rechazan la iniciativa, se componen de los legisladores de los partidos Acción Nacional, de la Revolución Democrática y Revolucionario Institucional, pues a su juicio, ahuyenta la inversión privada, obstaculiza energías limpias, y viola tratados internacionales firmados por México, como el T-MEC, además de que encarecerá el servicio.
El dictamen, precisa en el artículo 25 que el Estado mexicano "preservará la seguridad y autosuficiencia energéticas de la Nación, y el abastecimiento continuo de energía eléctrica a toda la población".
Asimismo, en el artículo 27 la propuesta del presidente López Obrador establece que la nación tiene el deber de encargarse del "área estratégica de la electricidad, consistente en generar, conducir, transformar, distribuir y abastecer energía eléctrica". Señala que el Estado tiene a su cargo la "transición energética", y deberá utilizar de manera sustentable, “todas las fuentes de energía de las que dispone la Nación” para reducir la emisión de gases y componentes de efecto invernadero".
En cuanto al artículo 28, la oposición rechaza la parte de la iniciativa presidencial donde dice que la Comisión Federal de Electricidad generará, al menos 54 % de la energía eléctrica que requiera el país, mientras que el sector privado participará hasta en el 46 % de la generación que necesite la nación, con lo que se asegurarían "los costos más bajos" para el servicio público".
La iniciativa aclara que "el servicio público de abastecimiento de energía eléctrica será prestado exclusivamente por la Comisión Federal de Electricidad, la que podrá adquirir energía eléctrica del sector privado".
El proyecto advierte que "los permisos de generación eléctrica otorgados y los contratos de compraventa de electricidad con el sector privado, se cancelan, así como las solicitudes pendientes de resolución", al tiempo que se considera al litio como un "mineral estratégico", lo que permitiría que las reservas sean propiedad de la nación.
Ahora, los integrantes de los Grupos Parlamentarios de los 3 partidos opositores que arribaron ayer al recinto para pernoctar dentro de sus instalaciones, tendrán que definir si se la pasan así hasta el domingo venidero.
