Israel es uno de los 88 participantes nacionales de la edición 60 de la Bienal de Venecia, que se celebrará del 20 de abril al 24 de noviembre, y el Pabellón del país hebreo se construyó en 1952 como una representación permanente del país dentro del Giardini, sede original de la feria de arte contemporáneo más antigua del mundo
Sin embargo, la participación judía este año está en duda, luego de que la artista y las curadoras que representan este año a Israel en la Bienal, anunciaron que no inaugurarán la exposición del pabellón de su país hasta que haya un cese al fuego en Gaza y un acuerdo para liberar a los rehenes en poder del movimiento islamista Hamás el 7 de octubre.
La decisión asumida por las israelíes fue elogiada por el principal curador del festival, y el anunció apareció en un cartel colocado en la ventana del pabellón nacional israelí el primer día de presentaciones a los medios, días antes de que comience la feria de arte contemporáneo.
El letrero sobre el aplazamiento de la inauguración del pabellón israelí, dice que “La artista y las curadoras del pabellón israelí abrirán la exposición cuando se alcance un acuerdo de cese el fuego y liberación de rehenes”.
Las curadoras aseguraron en un comunicado conjunto con la artista que “el arte puede esperar, pero las mujeres, los niños y la gente que está viviendo un infierno no”, a propósito de la situación de los palestinos en Gaza y los familiares de los secuestrados en el ataque de octubre en Israel.
Este año, la exposición israelí de la artista Ruth Patir se titula “(M)otherland” (Madre patria), y antes de decidir no abrir el pabellón, miles de artistas, curadores y críticos de arte habían firmado una carta abierta pidiendo a la Bienal excluir la participación israelí en la feria de este año en protesta por la guerra de Israel en Gaza.
Patir dijo en un comunicado que ella y las curadoras querían mostrar su solidaridad con las familias de los rehenes y “la gran comunidad en Israel que pide un cambio”. Expresó que “como artista y educadora, me opongo firmemente al boicot cultural, pero me cuesta mucho trabajo presentar un proyecto que habla sobre la vulnerabilidad de la vida en un tiempo de insondable desprecio por ella”.
Patir, rechazó hacer más comentarios, y ni los organizadores de la Bienal ni el ministerio de cultura israelí hicieron declaraciones. A su vez, las curadoras del pabellón israelí, Mira Lapidot y Tamar Margalit, dijeron que estaban retrasando la apertura debido a la “horrible guerra que se libra en Gaza”, pero que esperaban que las condiciones cambiaran para que la exposición pudiera abrirse al público.
El ministro italiano de Cultura había respaldado la participación israelí y la feria tenía previsto comenzar entre fuertes medidas de seguridad.
