**Red de Periodistas Independientes
En días pasados, Xóchitl Gálvez, candidata de la oposición a la presidencia, realizó un “pacto de sangre” mediante el que se comprometió a no reducir ni eliminar los programas sociales de la 4T.
Una muestra más del oportunismo e ignorancia de esta señora y de sus constantes metidas de pata como política.
Los pactos de sangre son una práctica simbólica de compromiso con una larga tradición desde tiempos inmemoriales.
Genghis Khan y Jamukha, líderes mongoles fueron hermanos de sangre hasta que se enemistaron.
Igual se sabe que los nazis recurrían a ellos como un ritual de iniciación y fortalecimiento de la lealtad entre sus miembros.
También dentro de las mafias siciliana y neoyorquina eran y son frecuentes como un contrato de lealtad.
En esencia, comprometían a una o más personas a respetar una promesa.
En el Antiguo Egipto se utilizaba entre los faraones; también los vikingos usaban los pactos de sangre, y lo mismo los gladiadores en Roma.
Los caballeros medievales solían sellar el compromiso de lealtad a sus reyes con un ritual de sangre.
El problema, en el caso de la Gálvez, es que ya nadie le cree nada por sus constantes desvaríos y cambios de opinión.
Porque un día dice una cosa y al siguiente se desdice con gran desparpajo, como una estrategia anfibia de procurarse votos según el público presente en sus discursos, en lugar de plantear ideas y propuestas de gobierno serias
Por actos como éste, de un efectismo soez y ridículo, se ha ganado diversos motes con justa razón, como el de ser “esperpéntica”, aplicado recientemente por Epigmenio Ibarra, que le quedó como anillo al dedo.
Es decir grotesca, estrafalaria, de pena ajena.
Que más que como insulto, ella y sus desilusionados promotores deberían tomarlo como un consejo, un llamado de atención para que modere sus actuaciones y ocurrencias, cada vez más desesperadas y que en nada contribuyen al éxito de su campaña, frente a una Claudia Sheibaum que, hasta ahora, no pierde piso, aunque no me gustó el impostado tonito de su discurso de iniciación de campaña, al más puro estilo del viejo priismo.
Aguas, Claudia, recuerda que en política, como dijera Reyes Heroles, la forma es fondo.
Nota: Datos de pactos de sangre tomados de Internet.
PD
Fox montó en cólera por el éxito de la visita de Claudia a Guanajuato.
Por pura envidia, porque a él ni en su tierra natal le quieren ver la jeta, ya que jamás hizo nada por ellos. Bueno, ni siquiera una barda como para recordarlo, como a su inefable émulo, Calderón.
