El expresidente Donald Trump se llevó los caucus de Iowa el lunes, iniciando así con el pie derecho las primarias republicanas, con lo que ratifica su condición de favorito para hacerse de la nominación presidencial republicana.
Pareciera que los rivales del magnate no son sus lejanos competidores Nikki Haley y Ron DeSantis, sino la serie de juicios que debe enfrentar en tribunales de Washington, Georgia, Florida y Nueva York.
Pese al frío inclemente que azotó Iowa el fin de semana, los seguidores del expresidente enfrentaron el frío para participar en las asambleas que se llevaron a cabo en diversos lugares del estado.
Trump va por su tercera nominación consecutiva como candidato a la Casa Blanca por el Partido Republicano, y deja ahora que Haley, exembajadora ante Naciones Unidas, y DeSantis gobernador de Florida Ron sus principales rivales de Trump en las primarias, peleen por el segundo lugar en Iowa.
Ambos analizan cambios en su estrategia, y Haley confía en tener mayor impacto en Nueva Hampshire el 23 de enero, donde buscará atraer a los votantes independientes.
DeSantis viajará a Carolina del Sur, donde la votación del 24 de febrero podría resultar crucial, antes de dirigirse a Nueva Hampshire.
Ganar en Iowa es un muy buen inicio pero no determina quién será el nominado de los republicanos. George W. Bush se quedó con los chicos de ese estado en 2000 y fue la última vez que un candidato vencedor en ese estado obtuvo la nominación del partido.
