El gobernador de Texas, el republicano Greg Abbott, sigue adelante con su política de confrontación con el gobierno federal del presidente Joe Biden, y promulgó una ley que criminaliza a los migrantes que entren de manera irregular en este estado fronterizo con México.
Asimismo, y en un reto evidente hacia Washington , esa ley también permitirá su detención, en un claro desafío al presidente demócrata que ocupa la Casa Blanca.
La ley debe entrar en vigor en marzo de 2024, año electoral, y según este gobernador republicano, "crea un delito penal por entrar ilegalmente a Texas desde un país extranjero", cuya reincidencia implicaría y gasta 20 años de cárcel.
Con este ordenamiento que se separa de la política migratoria que aplica el gobierno federal, las autoridades texanas tendrán la facultad de arrestar a migrantes que no tengan la documentación necesaria para entrar, y los jueces tendrán la posibilidad de expulsarlos.
Según Abbott, la nueva ley establece "pena mínima obligatoria de prisión de 10 años por tráfico de migrantes", algo que ya ha Sido calificado por el gobierno de México como "medidas de corte político".
Este nuevo desafío de Abbott contra el gobierno de Biden pasará seguramente por los tribunales, toda vez que es el gobierno federal quien define y aplica las leyes de inmigración, naralla en la que seguramente también intervendrán organismos cívicos y de derechos humanos.
Y sí, parece jugada electorera. El expresidente republicano Donald Trump, posible rival de Joe Biden en los comicios de noviembre, declaró este fin de semana que los migrantes "envenenan la sangre" de Estados Unidos.
Mientras tanto, hay otra batalla, esa en el Congreso, donde los republicanos han condicionado la aprobación de un paquete de ayuda a Ucrania a una política más dura en materia de migración
