Reportes de la agencia española de noticias Efe confirman el secuestro de más de 280 alumnos de primaria, luego de un ataque armado contra un colegio en el centro-norte de Nigeria, en una localidad del estado de Kaduna.
Lo ocurrido fue confirmado por un dirigente de la sociedad civil en esa población, así como de la Policía local. El ataque se produjo de acuerdo con un residente del lugar durante la mañana del jueves en la escuela de primaria de la Autoridad Educativa Local en Kuriga,
cuando aproximadamente un centenar de individuos rodearon a un grupo de estudiantes y profesores y los empujaron al bosque donde algunos lograron escapar.
Por su parte, el subsecretario de la oficina regional en Kaduna de la Coalición de Acción de la Sociedad Civil sobre Educación para Todos, Farouk Alhassan, actualizó la cifra luego de que una fuente policial informara a EFE en un principio que eran 150 estudiantes los secuestrados.
Alhassan mencionó que “por lo que hemos podido averiguar con la escuela, más de 280 alumnos fueron secuestrados por los bandidos, que viajaban en motocicletas y dispararon durante el ataque”.
Indicando que “ayer fue un día muy triste para todos los actores del sector de la educación”.
Confirmó la cifra de plagiados reportada por la fuente policial, y ubicó el número de secuestrados en más de 285, lo cual fue confirmado por las autoridades del colegio.
Amnistía Internacional demandó en su cuenta de la red social X que las autoridades nigerianas “rescaten de manera segura a los estudiantes y hagan que los presuntos perpetradores rindan cuentas”, al tiempo que agregó que “las escuelas deberían ser lugares seguros y ningún niño debería tener que elegir entre su educación y su vida. Las autoridades nigerianas deben tomar medidas inmediatamente para impedir ataques a escuelas y proteger las vidas de los niños y su derecho a la educación”.
Algunos estados de Nigeria son foco de ataques por parte de “bandidos”, término usado en el país para nombrar a las bandas criminales que cometen asaltos y secuestros masivos para pedir cuantiosos rescates. Dichos ataques se repiten pese a las promesas de terminar con la violencia por parte del Gobierno nigeriano, que ha reforzado el despliegue de las fuerzas de seguridad.
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