A ver si no se enoja Francisco Céspedes y también desea que se muera el jefe máximo de la iglesia católica. Esto porque este martes, el papa Francisco recibió al presidente cubano, Miguel Díaz-Canel a su llegada al Vaticano para una reunión que tuvo una duración cercana a los 45 minutos
El saldo fue francamente afectuoso, y mientras que el pontífice le dijo al mandatario cubano que “me encanta verlo aquí, me encanta que haya venido, Díaz-Canel le agradeció el esfuerzo de realizar la audiencia a pocos días de haber salido del hospital, y le respondió con un “me encanta verlo recuperado. Muchas gracias por arreglar este encuentro”, a lo que el papa respondió: “bueno a mitad de camino, porque todavía tengo los puntos”, a propósito de la operación por una hernia abdominal el 7 de junio, y de la cual fue dado de alta el pasado viernes.
El mandatario cubano le presentó al obispo de Roma a su esposa, Lis Cuesta Peraza, de la que dijo es “una gran admiradora” del pontífice, cosa que conformó la mujer cuando, al saludar al papa, le dijo emocionada que lo quería mucho y que era un placer infinito”.
El encuentro se realizó en el edificio del Aula Pablo VI, y luego del intercambio de regalos en donde el papa Francisco entregó al cubano una paloma de la paz en bronce y un libro, mientras que Díaz-Canel le dio una escultura en plata, bronce y madera y 2 volúmenes de poetas cubanos, la visita continuó en la Secretaría de Estado vaticana.
El Vaticano informó que durante las conversaciones con el Secretario de Estado, Pietro Parolin, “se habló de la importancia de las relaciones diplomáticas entre la Santa Sede y Cuba, evocando la histórica visita de San Juan Pablo II en 1998, de la que se cumple el 25 aniversario”.
El comunicado dice que se detuvieron en la situación del país y en la contribución que ofrece la Iglesia, especialmente en el ámbito de la caridad” y “se tocaron algunos temas internacionales de interés mutuo y se subrayó la importancia de mantener el compromiso de promover siempre el bien común”.
Asimismo, el Vaticano pidió la liberación de algunos presos políticos que presentó el cardenal Beniamino Stella durante su visita a la isla en febrero pasado, para conmemorar los 25 años de la visita de Juan Pablo II
