Robert Kennedy, un peligro como secretario de Salud, advierten expertos
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En una colaboración para el medio New York Times, un grupo de exdirectores y directores interinos de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) alertan sobre el "peligro" de contar con Robert F. Kennedy Jr. como secretario de Salud y Servicios Humanos en Estados Unidos.
El texto, aparece luego de que el presidente autoritario Donald Trump despidiera a la directora de los CDC, Susan Monarez, y de que ella alegara que fue un despido "sin fundamento científico"; en el que lo que sucedió fue que se opuso a acatar "órdenes imprudentes" sobre las vacunas
Las decisiones de Kennedy como responsable de salud del país "no tienen precedente en nuestro país", exponen los expertos en su artículo 'Nosotros dirigimos los CDC: Kennedy está poniendo en peligro la salud de todos los estadounidenses'.
El ensayo fue firmado por especialistas que trabajaron para gobiernos demócratas y republicanas, como William Foege, William Roper, David Satcher, Jeffrey Koplan, Richard Besser, Tom Frieden, Anne Schuchat, Rochelle P. Walensky y Mandy K. Cohen
El texto realizado por exdirectores de los CDC, organismo fundamental para el monitoreo de enfermedades y la investigación científica en Estqdos Unidos, donde se critica a RFK Jr. por basar sus decisiones en pseudotratamientos no probados.
Expone el ensayo que Kennedy "canceló inversiones en investigaciones médicas prometedoras que nos dejarán mal preparados para futuras emergencias sanitarias. Reemplazó a expertos en comités asesores federales de salud por personas no cualificadas que comparten sus opiniones peligrosas y poco científicas".
Agrega que el empleado de Trump anunció el fin del apoyo estadounidense a programas globales de vacunación, que "protegen a millones de niños y mantienen seguros a los estadounidenses", citando supuestas investigaciones deficientes y haciendo declaraciones incorrectas.
Asimismo, los exdirectores de los CDC sostuvieron que "nos preocupa el amplio impacto que todas estas decisiones tendrán en la seguridad sanitaria de Estados Unidos”.
De igual forma, llamaron al Congreso a ejercer supervisión sobre el Departamento de Salud, toda vez que nunca antes se habían tenido motivos para dudar de que sus decisiones se basaban en información e investigaciones sólidas y verificadas.