Pareciera que no pueden con los milicianos palestinos de Hamas pese a tener uno de los ejércitos mas brutales y equipados del mundo.
De otra forma, no se entiende por qué el primer ministro israelí Benjamín Netanyahu se sigue quejando públicamente de que el flujo de armas que les envía Estados Unidos para masacrar a la población, no es el de otros meses.
Según el cada vez más criticado dirigente judío, incluso por sus propios conciudadanos de Gaza, "la situación básica no ha cambiado".
Dijo ante miembros de su gabinete en Jerusalén, que "hace unos 4 meses, hubo una caída espectacular en el suministro de armamento que llegaba de Estados Unidos a Israel. Por muchas semanas hicimos un llamado a nuestros amigos estadounidenses para que acelerarán los envíos".
Cómplice en la matanza de los habitantes de Gaza porque muchas personas han sido asesinadas con armas estadounidenses, el gobierno de Joe Biden ralentizó el envío de equipo bélico al ejército judío, y según Netanyahu, dicho llamado "lo hicimos los rangos superiores y todos los rangos, y quiero enfatizar: lo hicimos en las habitaciones de invitados", aludiendo a conversaciones a puerta cerrada.
El derechista hebreo señaló que "recibimos todo tipo de explicaciones menos una cosa: la situación básica no ha cambiado. Algunos artículos llegaron poco a poco, pero la gran masa de armamento quedó atrás".
Asimismo, reiteró que está dispuesto a sufrir ataques personales por su insistencia pública, pero que como primer ministro su trabajo consiste en "hacer todo lo posible" para que los soldados israelíes tengan los "mejores medios de combate".
No dice nada sobre si responsabilidad en el ataque de Hamás el 7 de octubre en su calidad de primer ministro, y tampoco hizo algún comentario a las exigencias de que renuncie por parte de un sector del pueblo israelí.
Washington insiste en que desconoce a qué retenciones se refiere Netanyahu y aclaró que el único envió que se frenó fue el de 3 mil 500 bombas en mayo pasado, por su posible uso en áreas densamente pobladas como la ciudad de Rafah.
Decenas de miles de israelíes se manifestaron una vez más el pasado sábado en varias ciudades del país contra el Gobierno del primer ministro, a quien piden su dimisión y que alcance un acuerdo para la liberación de rehenes de Gaza.
Las manifestaciones en ciudades como Tel Aviv, Haifa, Cesárea o Jerusalén, vienen precedidas por días de protestas, con altercados, personas heridas y el uso de cañones de agua por la policía.
Netanyahu aseguró que la etapa de combates contra Hamás está por concluir, a 8 meses del inicio de la guerra en la Franja de Gaza, la cual ha dejado más de 37 mil muertos, según las autoridades locales.
"La fase intensa de los combates contra Hamás está a punto de terminar", dijo el líder israelí en una entrevista con el Canal 14, su que aclaró que "no significa que la guerra esté a punto de terminar, pero la guerra en su fase intensa está a punto de terminar en Rafah".
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