El periódico The Times cita datos de un estudio internacional en el que se afirma que la segunda mayor consumidora de cocaína en el mundo es la población de Gran Bretaña.
La investigación destaca que, en 2022, uno de cada 40 adultos consumió drogas de clase A y el 2,7 % de los adultos consumió cocaína en al menos una ocasión en Reino Unido.
Al mismo tiempo, el promedio internacional de consumo del estupefaciente entre los británicos fue del 1,2%, solo detrás de Australia, que al menos en el estudio aparece como líder mundial, ya que el 4,2% de los adultos consumió la droga y la tasa cifra se mantuvo desde 2019.
Por otro lado, los hombres tienen el doble de probabilidades de ser consumidores en comparación con las mujeres y los expertos aseguran que conseguir la droga es "tan fácil como pedir una pizza".
Esto porque se puede comprar una dosis por solo 10 libras esterlinas.
Especialistas en adicciones han pedido al Gobierno que impulse una campaña de salud pública, ante los peligros que conlleva esta droga e instan a frenar una "epidemia de consumo de cocaína".
Según datos de la Oficina de Estadísticas Nacionales del Reino Unido, 857 personas murieron en Inglaterra y Gales por consumo de cocaína el año pasado, contra las 112 muertes en 2011.
El 80% de las muertes correspondieron a hombres, y las cifras apuntan que el consumo de cocaína es mayor entre los jóvenes de 16 a 24 años: el 5,1% de los británicos en esta edad consumieron la droga en 2022.
El profesor Ian Hamilton, experto en adicciones de la Universidad de York, dijo al periódico que la cocaína tiene en la actualidad "mejor precio y es más disponible que nunca", y que la cultura británica de beber mucho alcohol está contribuyendo al alto consumo de la droga.
"Una campaña de salud pública podría apuntar a las áreas donde se sabe que se consume cocaína", sugirió Hamilton. Los potenciales consumidores podrían ver "anuncios en los baños de pubs, discotecas, vinotecas, campos deportivos y estadios de fútbol".
El Ministerio del Interior británico cuenta con un presupuesto de 3 mil 800 millones de dólares para ralizar una estrategia contra las drogas, encaminada para asistir a personas adictas y proteger a la gente vulnerable a la explotación de pandillas que buscan alimentar su violento negocio. (RT)
