En tiempos en los que la iglesia católica enfrenta diversas sospechas y señalamientos por casos de abuso, el papa Francisco decidió impulsar una reforma de la Congregación para la Doctrina de la Fe para, para dar celeridad procesos sobre asuntos espinosos cómo lo son los casos de abusos.
El pontífice redactó un documento papa llamado "Servir fielmente", para modificar la estructura de la Congregación, responsable de velar por la fe y que al día de hoy dirige el jesuita español Luis Ladaria Ferrer.
El contenido de la propuesta fue dado a conocer por el Vaticano, y fechado el 11 de febrero, y en él, se separan las competencias del organismo, una, la "doctrinal", que se ocupa de la protección de la fe, y la otra, "disciplinar", que regula los delitos contra la moral.
El papá no alude per se en el documento a los casos de abusos sexuales que sacuden la Iglesia, pero la restructuración del antiguo Santo Oficio tiene mucho que ver con ello, pues los casos llegan a su ámbito de influencia desde todo el mundo.
La reforma precisa que el prefecto de la Congregación estará asistido por un secretario al frente de cada una de las 2 secciones de esta entidad, heredera de la Inquisición medieval.
La parte disciplinar se ocupará de gestionar delitos tratados por la Congregación mediante la jurisdicción del Tribunal Supremo Apostólico, dónde entra la espinosa cuestión de asos de abusos sexuales o de poder por clérigos.
Francisco promulgó en diciembre pasado una nueva versión de las "normas sobre los delitos más graves reservados a la Congregación para la Doctrina de la Fe", que perjudican de forma particular a la Iglesia Romana.
Más aún, el 11 de octubre pasado, había reescrito los delitos por los que la Doctrina de la Fe podría juzgar a cardenales, patriarcas, legados apostólicos y obispos, entre otros miembros de la jerarquía católica
El artículo 6 establece como "grave delito contra la decencia" la violación del Sexto Mandamiento ("No cometerás actos impuros") por un clérigo contra un menor de 18 años o personas con algún tipo de discapacidad intelectual.
Aclara que "la ignorancia o el error por parte del clérigo sobre la edad del menor constituye un atenuante" en el juicio.
La Doctrina de la Fe también juzga "la adquisición, posesión, exhibición o divulgación, con fines libidinosos o de lucro, de imágenes pornográficas de menores" por parte de un clérigo.
"Es el momento de la vergüenza", aseguró el pontífice en la audiencia general del 6 de octubre, en referencia a la "incapacidad de la Iglesia" de gestionar casos de pederastia tras conocerse un informe sobre esta lacra por parte del clero francés, que reveló la existencia de 330 mil casos desde 1950 en el seno de la Iglesia.
Un problema que incluso ha turbado el retiro del papa emérito Benedicto XVI, señalado por otra investigación en la diócesis de Múnich y que asegura que estuvo al corriente de cuatro casos de curas pederastas cuando era arzobispo allí. (Con información de EFE)
