El ministro francés del Interior, Gérald Darmanin, dió a conocer que la cantidad de asistentes
a la ceremonia de apertura de los Juegos Olímpicos de París, se reducirá a la mitad de lo previsto en un principio.
Ahora se habla de que unos 300 mil espectadores podrán asistir al evento programado para el 26 de julio en el río Sena.
Se trata de la primera ocasión en la que una ceremonia de apertura olímpica se celebra fuera del estadio tradicional y representará para los organizadores franceses un despliegue considerable de miles de policías y soldados para la seguridad de los asistentes.
El programa que se está confeccionando indica que los deportistas serán conducidos por el corazón de París en barcos por el Sena, en un trayecto de 6 kilómetros, y las 2 orillas del río estarán llenas de espectadores, acotados po varios cordones de seguridad.
El ministro Darmanin dijo en entrevista con la televisora francesa France 2 que los planes contemplaban 100 mil espectadores de pago con vistas a una ribera y más de 220 mil personas con acceso gratuito en las orillas río arriba.
Los organizadores proyectaban en un principio que hasta 600 mil espectadores podrían ver la ceremonia, pero Darmanin no explicó por qué se redujo la cifra, asegurando que no le quitaba el sueño el tema de la ceremonia inaugural.
El presidente Emmanuel Macron, dijo en diciembre que la ceremonia podría trasladarse por cuestiones de seguridad si Francia vuelve a sufrir ataques extremistas.
