La ciudad australiana de Melbourne fue este sábado el foco de duros choques entre la policía y manifestantes que están en contra de las vacunas y las restricciones para frenar la propagación del coronavirus en ese país.
La protesta se produjo en varias ciudades australianas y la policía da cuenta de decenas arrestados, así como varios agentes lesionados.
La fuerza pública recurrió al gas pimienta para controlar la movilización en la segunda ciudad más poblada de Australia, donde está prohibido salir de casa debido a se mantiene el periodo de confinamiento aplicado desde finales de julio.
Las autoridades sanitarias de Melbourne reportaron más de 500 casos de coronavirus y la policía intervino para impedir que los manifestantes llegaran al centro de la ciudad, bloqueando carreteras y deteniendo el transporte público.
Manifestaciones similares se produjeron en ciudades como Brisbane, Perth y Sídney.
El comandante de la Policía de Victoria, Mark Galliott señaló que "lo que hemos visto hoy es un grupo que se unió no para exigir más libertades, sino para enfrentarse y luchar con la policía", y tan solo en Melbourne, capital de ese estado, 6 agentes fueron hospitalizados tras resultar lesionados en los enfrentamientos contra centenares de manifestantes.
Australia registró una de las tasas de contagio más bajas del mundo a lo largo de la pandemia gracias a una política de cierre de fronteras, rastreo de contactos y campañas de detección, pero el surgimiento de casos debido a la variante delta en Sídney, obligó a un cambio de estrategia así como vacunación masiva contra el coronavirus.
