Una muchedumbre salió a manifestarse este viernes a las calles de varias ciudades de Yemen, para protestar por los ataques de Estados Unidos y el Reino Unido contra su país, según la agencia de noticias local Saba. El medio oficial habla de que se registraron "manifestaciones de millones de personas" en la capital Saná, así como en otros centros administrativos de las provincias controladas por los hutíes.
En este escenario, Hezam Asad, miembro del buró político del movimiento Ansarolá de los hutíes que controla una parte de Yemen, aseguró que el mar Rojo y el Arábigo seguirán vetados para los barcos asociados a Israel hasta que cese la agresión contra Gaza, advirtió.
Calificó los ataques de Estados Unidos y sus aliados esta madrugada de viernes en Yemen de "operaciones hostiles y mal calculadas, con los que Washington y Londres están tratando de desviar la atención de los crímenes de genocidio cometidos por el enemigo sionista en Gaza".
Asad advirtió que "mantendremos nuestra postura de principios respecto a la cuestión fundamental y central, Palestina; ni Estados Unidos ni Reino Unido podrán disuadirnos de apoyar a nuestro pueblo en Gaza, sea en el mar Rojo o el mar Arábigo o en la profundidad del territorio sinonista. El mar Rojo y el mar Arábigo seguirán prohibidos para los barcos del enemigo israelí o aquellos asociados con él hasta que cese la agresión respaldada por Estados Unidos contra nuestro pueblo en Gaza", dijo Hezam en su cuenta de X.
Agregó que las fuerzas hutíes están "altamente preparadas" y que los agresores lamentarán su ataque contra el pueblo yemení.
Por su parte, la cancillería de Rusia condenó los ataques de la madrugada de hoy contra objetivos hutíes en Yemen, y dijo que muestran un total desprecio por el derecho internacional.
La vocera de la cancillería rusa, María Zajárova, indicó en su cuenta de Telegram que “los bombardeos aéreos de Estados Unidos sobre Yemen son otro ejemplo de cómo los anglosajones tergiversan las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU, mostrando un total desprecio por el derecho internacional para provocar una escalada en la región con fines destructivos".
El Ministerio de Exteriores de Rusia enfatizó que los ataques de Estados Unidos y sus aliados contra Yemen suponen una amenaza directa a la paz y la seguridad mundiales.
El secretario de Estado norteamericano, Antony Blinken, calificó los ataques del movimiento yemení como un "peligro a la navegación en el mar Rojo", e hizo un llamado al Consejo de Seguridad de la ONU a aprobar una resolución que pare estas acciones. El portavoz de la OTAN, Dylan White, dijo que los ataques de Washington y su coalición "fueron defensivos y diseñados para preservar la libertad de navegación en una de las vías marítimas más importantes del mundo".
China manifestó su preocupación por la tensión en el mar Rojo y pidió a las partes implicadas que mantengan la calma y ejerzan moderación para evitar una mayor escalada de los conflictos. La portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores, Mao Ning señaló que la zona del mar Rojo es una importante ruta de comercio internacional de bienes y energía, por lo que China espera que las partes involucradas puedan desempeñar un papel constructivo y responsable en el mantenimiento de la seguridad y la estabilidad de la región.
Irán condenó los ataques calificándolos de "acción arbitraria", y el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores Nasser Kanaani, indicó que las acciones de Londres y Washington constituyen una violación del derecho internacional y una "infracción de la soberanía y la integridad territorial" de Yemen, en tanto que Arabia Saudita expresó su "gran preocupación" por los bombardeos, y destaca la importancia de preservar la seguridad y la estabilidad de la región del mar Rojo.
