El conflicto diplomático entre Colombia e Israel derivado del inédito ataque de Hamás contra la población israelí y la brutal respuesta hebrea contra la población de Gaza, escaló ya hasta una eventual de ruptura.
El presidente colombiano Gustavo Petro afirmó que "suspenderá" las relaciones exteriores con Israel si es necesario, al tiempo que aseguró que "no apoyamos genocidios".
Las declaraciones del mandatario se producen poco después de la decisión del gobierno israelí de detener las exportaciones de equipos de seguridad al país sudamericano.
La decisión israelí fue tomada luego de que la Cancillería hebrea llamara a la embajadora de Colombia en Tel Aviv, Margarita Manjarrez, para expresarle la molestia con las afirmaciones de Petro.
El gobierno judío condenó las recientes declaraciones del mandatario sobre el conflicto con el movimiento islamista Hamás, y la cancillería de Tel Aviv manifestó que los comentarios del mandatario colombiano "reflejan un apoyo a las atrocidades cometidas por los terroristas del Hamás, avivan el antisemitismo, afectan a los representantes del Estado de Israel y amenazan la paz de la comunidad judía en Colombia".
