Hay dudas razonables de la imparcialidad de las investigaciones que realizan las autoridades castrenses de Israel cuando sus elementos son responsables de algún asesinato o una masacre como ha venido sucediendo en los territorios palestinos desde hace años.
Lo mismo en los ataques a hospitales bajo la presunción de que ahí se esconden militantes de Hamás, que en crímenes de periodistas como el de la reportera Shireen Abu Akleh en mayo del 2022, los militares judíos han sido exonerados por sus superiores, por lo que no se garantizan investigaciones creíbles.
Ahora, el secretario de Defensa de Estados Unidos, Lloyd Austin, pidió a su homólogo israelí, Yoav Gallant, en conversación telefónica, que la investigación sobre el letal ataque al convoy humanitario de la ONG World Central Kitchen sea “rápida y transparente”, buscando que los responsables de la agresión “rindan cuentas”. El ataque ocurrió la madrugada del martes contra el convoy de la organización del chef español José Andrés, y en el mismo murieron 7 sus trabajadores.
El Ejército israelí ya publicó un primer informe y señaló que el ataque se debió a una “identificación errónea”, por lo que emplazó a una investigación más “exhaustiva” de una entidad independiente- Austin le dijo a su homólogo hebreo que deben tomar “medidas inmediatas” para “proteger a los civiles y trabajadores humanitarios” y no repetir “fallos en la coordinación” de la entrega de ayuda humanitaria.
Parecen más regaños del padre al hijo desobediente que otra cosa. Estados Unidos ha solicitado en varias ocasiones lo mismo al gobierno israelí, y las matanzas prosiguen en Gaza.
World Central Kitchen demandó una investigación independiente sobre el ataques israelí contra su convoy humanitario y en un comunicado subido a su cuenta de X, expuso que “hemos pedido a los gobiernos de Australia, Canadá, Estados Unidos, Polonia y el Reino Unido que se unan a nosotros para exigir una investigación independiente” sobre estos ataques
Israel aceptó los asesinatos, pero los calificó de “un evento trágico en el que nuestras fuerzas dañaron involuntariamente a no combatientes” y algo que “sucede en la guerra”. Eso no le regresa la vida a las 7 víctimas mortales ni a los miles de civiles palestinos que han perdido la vida en los bombardeos indiscriminados del ejército judío
La organización cree que se trató de “un ataque militar que implicó múltiples ataques y tuvo como objetivo 3 vehículos de WCK. Los tres vehículos transportaban civiles; estaban marcados como vehículos WCK; y sus movimientos cumplían plenamente con las autoridades israelíes, quienes conocían su itinerario, ruta y misión humanitaria”.
Añade que “para garantizar la integridad de la investigación, solicitamos al gobierno israelí que preservara de inmediato todos los documentos, comunicaciones, grabaciones de video y/o audio y cualquier otro material potencialmente relevante para esclarecer los ataques del 1 de abril”, añade la nota.
Mientras tanto, una misión de la Organización Mundial de la Salud a hospitales del norte de Gaza fue suspendida después de que el ejército israelí les mantuviera en un control durante horas. El responsable de la organización en la zona explicó que la misión se dirigía a los hospitales de Al Ahli y Al Sahaba en el norte de la Franja con combustible, equipamiento médico, comida y agua. Salieron entre las 6 y 7 de la mañana hora local, pero cerca de 8 horas después tuvieron que regresar tras pasar todo ese tiempo detenido en un control La OMS denunció que los mecanismos de desconflicto (coordinación con los combatientes), que durante “décadas” han permitido entregar ayuda en otras guerras, en este caso no se respetan
¿Alguien conoce el paradero de la Corte Internacional de Justicia?...
