Además de tener una calle aquí en la colonia del Valle de la Ciudad de México, ¿Quién fue Johann Heinrich Pestalozzi, nacido en Zúrich, el 12 de enero de 1746 y muerto en Brugg, el 17 de febrero de 1827?
Pestalozzi, fue un influyente pedagogo, educador y reformador que ejemplificó el romanticismo a su enfoque, creyendo que la solución a las contradicciones y la pobreza en la sociedad se debían buscar en una buena educación.
En 1751, Pestalozzi asistió al Colegio de Humanidades y en los días festivos iba a visitar a su abuelo materno, un clérigo en Höngg, con quien viajaría a las escuelas y casas de los feligreses en donde aprendió de la pobreza de los niños de zonas campesinas viendo las consecuencias de poner a los niños a trabajar en la fábrica a una edad temprana y lo poco que las escuelas católicas hacían por ellos.
Pestalozzi fue educado para convertirse en clérigo. Como tal, esperaba tener una gran oportunidad para llevar a cabo sus ideas educativas pero el fracaso de su primer sermón y la influencia del filósofo Juan Jacobo Rousseau le llevó a buscar una carrera en la política. El sistema ideal de libertad de Rousseau aumentó en Pestalozzi el deseo de forjar una esfera más amplia de la actividad en la que podría promover el bienestar y la felicidad de las personas, abandonando la profesión clerical.
Durante el siglo 18, el gobierno suizo condenó la obra de Rousseau, “El Contrato Social”, aduciendo que era peligrosa para el Estado y la religión cristiana, y emitió una sentencia de prisión contra el pensador. En 1765, Bodmer, un ex profesor de Pestalozzi, siguió las enseñanzas de Rousseau y fundó la Sociedad Helvética junto a 20 filósofos con el objetivo de promover la libertad. Pestalozzi fue miembro activo, contribuyendo con artículos a los periódicos de la Sociedad, sacando a la luz casos de corrupción oficial.
Al fracasar sus aspiraciones políticas, Pestalozzi decidió convertirse en un agricultor pero su proyecto fracasó y quiso enfocarse en ayudar a los pobres. Gracias al apoyo del filósofo Isaak Iselin de Basilea, se animó a escribir y en 1780, publicó anónimamente, en Die Ephemerides, una serie de aforismos titulados Las horas nocturnas de un ermitaño, en la cuales esquematizó ideas que serían conocidas como pestalozzianas.
Pestalozzi conocía la vida campesina del país y su pobreza mucho más que sus contemporáneos, producto de las visitas de su infancia con su abuelo. Con estas experiencias publicó 4 volúmenes de una historia titulada Leonardo y Gertrudis, en torno a la vida de Gertrudis, Glüphi, un clérigo de la parroquia y Arner. Gertrudis es esposa y madre en la aldea de Bonnal, que enseña a sus hijos cómo vivir honradamente a través de la fe y el amor de Dios. Glüphi, maestro de escuela, ve el éxito de Gertrudis con sus hijos y busca aplicar el modelo en su escuela. Un clérigo de la parroquia adopta las enseñanzas de Gertrudis y el trabajo de Gertrudis, Glüphi y el clérigo es apoyado por Arner, político que pide ayuda del Estado.
El primer volumen fue muy exitoso; sin embargo, del segundo a cuarto volúmen no fueron extensamente publicados o leídos. Pestalozzi había planeado un quinto y sexto volumen, pero en su viaje de 1804 a París se perdió el manuscrito del quinto y no se sabe si se escribió un sexto escrito.
En 1782, Pestalozzi escribió Christopher y Elizabeth como una serie de conversaciones nocturnas haciéndole frente a la corrupción social y política. En 1794 visitó a su hermana en Leipzig y se reunió con Goethe, Wieland y Herder. En su viaje de regreso a Neuhof, conoció a Gottlieb Fichte, quien vio en las ideas de Pestalozzi la clave para la solución del problema educativo.
Después de tres años, Pestalozzi escribió y publicó Consultas en el curso de la naturaleza en el desarrollo de la raza humana. Pocas personas leyeron su obra, y su trabajo marcó el fin de su período literario de 18 años, en el cual su familia vivieron en la pobreza.
En 1798 abrió una escuela para huérfanos en Stans, cerrada pocos meses después y en 1799 abrió otra en Burgdorf la cual trasladó en 1805 a Yverdon, dedicada a niños de toda Europa y que por 20 años fue muestra de su sistema, en el que el niño aprende a través de la práctica y la observación. Su ideal de la educación es la formación de la fuerza interior del hombre estando cerca de la naturaleza y del individuo. Sus sistemas e ideas ejercieron gran influencia en los sistemas de la escuela elemental del mundo occidental.
Johann Heinrich Pestalozzi falleció en Brugg el 17 de febrero de 1827.
Comments